Melman no ha tenido una vida fácil. Es un chihuahua que cuando era pequeño sufrió una fractura de cráneo, al caérsele al suelo a sus antiguos dueños. Ahora, vive con un casco permanente que protege su cerebro y le permite hacer vida normal. Pero, ha costado mucho llegar a esta situación y se ha removido cielo y tierra para que el perrito recuperase su calidad de vida.
El pequeño, antes de llegar a un refugio, no conocía lo que era el cariño. Allí, lo cuidaron y lo trataron con medicinas para que se recuperase. También, conoció a sus mejores amigos (otros perritos) y a su nueva dueña que hizo lo imposible para que su enfermedad no fuese un impedimento para su felicidad.
Cuando fue rescatado, le llevaron al veterinario para que pudiese estudiar la complicada situación en la que se encontraba el pequeño. Y, antes de hacerle una cirugía, el veterinario se dio cuenta de que iba a necesitar un casco permanente para vivir. Su dueña, en ese momento, no se lo podía permitir y consiguió dinero haciendo ruido en los medios de comunicación y en sus redes sociales para comprar un casco a su perrito.
De hecho, acudió a un programa donde contaron su historia y le pusieron un casco hecho con vendajes, a modo altruista, para reivindicar su complicada situación.
Lo consiguieron y, actualmente, Melman puede llevar una vida normal: ha recuperado su alegría y vive con su súper mama (su dueña), y otros tres perritos que ya son sus hermanos. El chihuahua tiene su propio Instagram, que gestiona su familia, donde muestra cómo es su día a día con un casco en la cabeza.
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