Soy educador canino y desde que probé este GPS para perros se lo recomiendo a todo el mundo

Hasta que adopté a mi último perro, jamás me había planteado ponerle un GPS. Con todos ellos, trabajo un buen vínculo, una llamada fiable (o sea, que aprendan a dejar lo que están haciendo y vengan si se les llama) y es raro que, incluso paseando sueltos a diario, los siete perros que han pasado por casa y las tres o cuatro docenas que habré cuidado (estos 5 años) me diesen un susto.

Entonces, te topas con un galgo o, en mi caso, un podenco cruzado con bull (supongo que pitbull) y notas que, a veces, el instinto toma el control; sobre todo, cuando aparecen delante de nosotros una familia de jabalís, o una liebre, y el perro se va detrás a una velocidad que yo no sabía que podía alcanzar un perro. Ahí, el GPS se ha convertido en mi mejor aliado.

Cómo funciona un localizador GPS para perros

La mayoría de los GPS del mercado funcionan igual. Cuentan con un localizador GPS de tamaño reducido, que suele ser resistente al agua y que requiere de un plan de suscripción y una aplicación móvil. Para usarlo, hay que mantener la batería cargada y se enganchan al collar o al arnés con unas pestañas de silicona que se cierran sobre sí mismas.

De los tres que miré —los más habituales en el mercado son: Kippy Evo, Tractive GPS y Weenect Dogs—, escogí Tractive por una promoción que tenía una compañera educadora canina. (Es habitual que te regalen meses y descuentos cuando captas a nuevos clientes por ellos.) En cualquier caso, las opciones que hay en el mercado parecen muy similares: el que yo escogí, puede presumir de batería (5 días de uso sin carga) y se mantiene bien en localización, diseño y opciones de la app.

Por cierto, al utilizar el GPS, una media de 2 horas al día, creo que lo cargo 2 o 3 veces al mes, como mucho, ya que puedes apagarlo cuando no lo estés utilizando. Imagino que hay gente que se lo deja para controlar sus movimientos, pero no veo que eso tenga tanto sentido en un perro como en un gato...

Funcionar, todos funcionan igual. Compras el "cacharro", escoges un plan (mensual y anual, con otras opciones menos habituales a menudo) e instalas la app móvil. Me decidí por el Tractive GPS por el descuento de mi colega y porque, entre las suscripciones, es la más económica que vi.

Tractive - Localizador GPS para perros. Localización ilimitada en tiempo real. Compatible con todos los collares. Como visto en la TV (azul oscuro)

De este modo, me llegó a casa el localizador y una suscripción anual por algo menos de 100 euros, aunque la suscripción debe renovarse (de media, por año, debe tener un coste de 60 euros: sin descuentos). Cuando tuve cargado el localizador e instalada la app, le eché un buen vistazo antes de salir.

La aplicación de seguimiento cuenta con opciones de salud, historial (pasos, movimiento y otros rollos de bienestar) y un GPS con conexión satélite (LIVE). La función bluetooth es útil para cortas distancias, pero, en mi caso, quería el GPS para ir relajado si mi perro se avanzaba cincuenta o cien metros, o se me tiraba montaña abajo (que lo hace: es medio cabra), y ahí el bluetooth flojea, y toca tirar de "LIVE".

Por qué lo estoy recomendando a todo el mundo

En mi caso, mis perros suelen ir sueltos durante los paseos, y no me atrevería decir a ningún amigo o cliente que un GPS le va a dar toda la tranquilidad del mundo para pasear sin correa.

El GPS será siempre un complemento y es necesario que trabajemos obediencia, una llamada, que nuestros perros aprendan a seguirnos... Sin embargo, sí te va a permitir relajarte un poco más en zonas de bosque y montaña.

Si pierdes a tu perro de vista, puedes coger el móvil, activar el LIVE —en Tractive; no sé cómo será en las aplicaciones de Kippy y Weenect, pero me imagino que similar— y ubicar la distancia y la localización aproximada, aunque bastante precisa, del animal. Para mí, el GPS ha sido un gran descubrimiento y llevo unos meses hartándome de recomendarlo por varias razones.

Para empezar, es un extra que se complementa sin problemas con collares o arneses reflectantes, que no impide, ni mucho menos, que sigamos practicando unas buenas bases de la obediencia y que da opciones extra, que nunca vienen mal.

Por ejemplo:

  • Si estás practicando la llamada con tu perro suelto, confirmar que viene o que está ignorándote, te va a dar pistas para adaptar el ejercicio
  • Te puedes relajar un poco con perros exploradores o con fuerte instinto de caza: ¿quiere decir que deberías dejarles hacer lo que quieran por saber dónde están? No, evidentemente, pero sí puedes corregir conductas con la calma como aliada
  • Se vuelve, casi imposible, perder a un animal durante un paseo, porque vas a poder localizarlo en todo momento: el plus de seguridad es brutal, y si tienes perros que han desaparecido de tu vista durante varios minutos, sabes de lo que estoy hablando

No todo es bueno tampoco. En algunas zonas (alta montaña, espacios con muy poca cobertura) puede ser complejo recibir datos en el móvil, por lo que, entiendo que el GPS envía señal, pero tú necesitas cobertura para consultar la localización, y eso puede ser complicado en algunos lugares.

Esto no solo ocurre en zonas muy alejadas, sino que me ha llegado a ocurrir a 20 minutos a pie de mi casa (como spoiler, vivo en urbanización de montaña). Tanto Tractive como el resto de GPS tienen opción Premium que promete solucionar esto, pero no solo pica bastante más al bolsillo, sino que puede ser que lo uses una vez cada seis meses... y el resto del tiempo puedas pasar sin ello perfectamente.

También es posible que, en algunos momentos, el LIVE tarde en conectarse (hasta un minuto, según mis cálculos), por lo que, por lo menos, con el Tractive GPS a veces me he quedado con cara de tonto esperando a que la aplicación arrancase.

Pese a todo, como yo lo veo, son nimiedades. El GPS me ha dado mucho más de lo que esperaba por el precio de una cena en un sitio medio decente. Y si me pongo en la piel de las familias o de personas que no cuentan con conocimientos a nivel  profesional, se me ocurre que, de un plumazo, solventará gran parte de sus miedos para empezar a dar más libertad a sus perros.

Como conclusión, para mí se ha convertido en un extra imprescindible, tanto con animales con fuerte instinto de caza como para familias con miedo a empezar a dejar suelto a su perro en zonas seguras. El precio acompaña y, a no ser que tengas un mastín poco interesado en explorar el entorno durante los paseos, vas a aprovechar la inversión con el 99 % de los perros que tengas.

Fotos | Javier Ruiz y Helena Castro

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