No nos gusta que un cachorro de perro nos muerda. Sí, lo sé. Créeme, como educador canino, me han mordido y desgastado manos y brazos cientos o ya miles de cachorros a lo largo de la última década.
Quizá sabes que la principal causa de que un cachorro muerda tanto es que sus dientes están creciendo y, durante los primeros meses, morder les alivia parte de ese dolor. A esto, se suma que la boca para un perro son las manos de un bebé humano (bueno, y la boca, que tampoco vamos a decir que no se llevan cosas a la boca los nenes...). La conducta exploratoria se traduce en mordisqueos por aquí y por allá.
Y, ya te digo, probablemente sabías todo esto, y no te consuela. No te preocupes, vengo a ofrecerte soluciones: palabra.
Mordedores para cachorros
A partir de los 4-5 meses reducirán mucho todo lo que muerden, habrán cambiado parte de sus dientes, y alrededor de los 7-8 meses este proceso finalizará. Mientras tanto, te recomiendo que le ofrezcas varios tipos de mordedores: para cachorros, de madera adaptada a su edad, de silicona...
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Prueba con distintos estilos, materiales y texturas, fíjate también en qué suele morder que no debería y busca materiales similares que sí pueda morder para realizar intercambios (o sea, evitar que muerda "A" y darle "B", el mordedor, como opción). También intenta contar con un ambiente enriquecido, en el que haya muchas cosas que sí puede morder o con las que puede interactuar: ¡puedes rotar los juguetes cada pocos días!
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El intercambio será clave en esta etapa. Nos empeñamos en reñir, y reñir, a un bebé, que no entiende muchas de las cosas que queremos, cuando es mucho más sencillo ofrecer alternativas y... controlar. Sí, controlar.
Supervisión, control y acceso
Dejo entrar a un elefante en mi cacharrería y, luego, me quejo porque me ha roto los cacharros. Eso es lo que pasa con los cachorros. (El uso de cachorro y cacharro en el mismo párrafo ha sido fortuito, de verdad, no quería hacer un trabalenguas.)
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Para controlar a un perro cachorro, te recomiendo:
- Adquiere un parque para perros para cuando no puedas controlar o supervisar a tu cachorro
- Establece una rutina adaptada de juego, paseo y siestas durante los primeros meses
- Si es posible, no permitas que acceda a zonas donde puede morder o romper cosas delicadas, o donde se pueda hacer daño: así, evitarás tener el "no" en la boca todo el rato
Esto último, me parece importante también. Podemos empezar a establecer límites a los perros, pero fíjate en cuándo estás pidiendo algo lógico a tu perro (no muerdas eso: muerde esto) y cuándo le estás diciendo "deja de ser cachorro". Lo segundo es lo más habitual, y él o ella no puede hacerlo. Necesita meses y meses para ser un adulto.
La estimulación mental también te ayudará mucho: practicar un poco de obediencia inicial, casi sin exigencia, o jugar con tu perro, descubrirle nuevos sitios, olores, actividades... En estos meses, tu perro es una esponja que debe ir absorbiendo nuevas experiencias y aprendiendo día a día. Es una etapa dura, y muy bonita, que solo se vive una vez. Recuérdalo.
Y aquí viene lo más importante.
No le premies cuando te muerda
Vale, cuando os digo esto, siempre negáis con la cabeza (lo sé: lleva diez años pasándome, por lo menos) y, luego, lo explico, y os quedáis con cara de póker.
Pero no estoy diciendo que le estés dando una chuche cuando te muerde, porque estás haciendo algo todavía peor: le estás dando tu atención. Debemos interactuar con los cachorros y enseñarles a que mordiendo fuerte, van a perder nuestra atención o se va a parar el juego. En otras palabras, si realizas una conducta de morder(me) fuerte, me retiro, paramos de jugar, o me levanto y me voy.
Aquí, a menudo, si se ha premiado mucho (con atención, siguiendo el juego, incluso con gritos y excitación, que el cachorro puede haberlo entendido como juego también), el perro puede aumentar la conducta (morder más) y nosotros caer en la trampa. Mentalízate: si hay mordiscos, retiramos atención e incluso nos vamos de la habitación si es necesario. Poco a poco, las demandas de atención con la boca se reducirán y, del mismo modo, puede aprender a inhibir (moderar) la mordida cuando jugáis.
Ten paciencia, es una fase de aprendizaje —sobre todo, para el cachorro— y, a veces, nos pueden los nervios, el estrés, la frustración... Si es así, date unos minutos y recuerda que tu cachorro está siendo cachorro.
En resumen, alternativas para que muerda, control del espacio, ejercicio físico y mental y, por favor, sobre todo, deja de premiar con atención sus mordisquitos, que lo veo en 2 de cada 3 familias en el trabajo.
¡Mucho ánimo en esta etapa genial, pero dura!