La Ley de Bienestar Animal prohíbe y multa estos collares que hacen daño a los perros (excepto si son perros de caza)

La Ley de Bienestar Animal ha puesto el foco en hacer desaparecer los collares de castigo, una prohibición que ya existía en algunas comunidades autónomas, pero que no se aplicaba a nivel nacional.

Con la aprobación del texto, quedarán prohibidos collares de ahorque, de pinchos, así como collares eléctricos, entre otros, que hasta la fecha podían comprarse incluso en grandes superficies de toda España.

Los collares de castigo no educan

Hasta la fecha, la falta de control se relacionaba con el hecho de que muchos municipios permitían herramientas aversivas (que hacían daño físico al animal o castigaban conductas y enseñaban al perro mediante la evitación del dolor) y, si bien Cataluña, la Comunidad de Madrid o Valencia no permitían su uso, los collares eran un elemento que se seguía viendo en parques y ciudades de todo el país.

A partir de este mes de marzo, si se aprueba la ley como fue presentada en el Senado, el artículo 27 de la ley recoge que:

Quedan expresamente prohibidas las siguientes actividades sobre los animales de compañía:
ñ) Se prohíbe el uso de cualquier herramienta de manejo que pueda causar lesiones al animal, en particular collares eléctricos, de impulsos, de castigo o de ahogo.

El porqué de la prohibición es el mismo que muchos educadores defendemos desde hace años: el dolor no enseña más que a evitar, afectando a nivel psicológico y emocional a los animales que, a menudo, llegan a no hacer nada (indefensión aprendida) ante el miedo a un posible castigo.

Multas de hasta 50.000 euros

Los collares de castigo se han vendido, y siguen vendiendo, por Internet, en grandes superficies y en tiendas especializadas, igual que las correas de ahorque (cordinos), las cadenas con pinchos o los collares de impulsos o de ultrasonidos, que también mantienen una tipología similar.

La falsa sensación de efectividad y la vieja idea "utilitarista" es el quid de la cuestión: el perro deja de hacer eso, aunque le afecte de mil formas en su conducta y a nivel cognitivo y emocional.

A partir de la tramitación de la ley, sin embargo, las familias y profesionales que utilicen estas herramientas podrán recibir multas de entre 10.001 y 50.000 euros, ya que se trata de una infracción grave. Así, la ley española intentará mantener el espíritu de tenencia responsable del texto original.

No afectará al sector de la caza

Todo lo anterior, no obstante, no se aplicará a los perros de caza y de trabajo, que debido a la enmienda socialista quedarán desprotegidos. Una vez más, la mencionada enmienda excluye a los cazadores, ganaderos y perros de trabajo de las obligaciones y prohibiciones que sí tendrán las familias, hasta el punto de que (casi) se darán dos leyes paralelas.

No quiere decir esto que los perros de caza queden totalmente desprotegidos (el Código Penal, la legislación europea y la legislación autonómica seguirán regulando las distintas prácticas), pero se contrapone la idea de "cuidar a los animales" con la posibilidad de que algunos sectores utilicen los castigos físicos y el dolor como parte de la convivencia diaria.

Opta por herramientas de calidad

Por último, es importante que busques collares y, sobre todo, arneses adaptados a la fisonomía de tu animal. Ninguna herramienta es "mágica" y va a enseñar a pasear a tu perro por arte de... magia (valga la redundancia), pero sí que te puede ayudar a evitar lesiones y facilitar la enseñanza.

Por esto, evita arneses holgados y opta por los que se ajustan a él o ella y tienen forma de "T". ¡Suelen la mejor opción!, pero tienes un artículo para que puedas personalizar tu elección. Además, tanto para enseñarle a pasear sin tirar de la correa y a venir cuando lo llamas, puedes (y deberías) usar un aprendizaje respetuoso y libre de estrés. Aunque parezca mentira, pasear sin tirones y la llamada son el 50 % de las razones por las que se adquieren herramientas de castigo y dolor, ¡y no hace ninguna falta! ¡Todo lo contrario!

El resto suelen estar relacionadas con malas conductas (para nosotros) o conductas directamente problemáticas, para las que siempre hay soluciones respetuosas y que impiden la posibilidad de que se generen más y más problemas... En estos casos, te recomiendo que consultes con un profesional (un etólogo clínico o un educador canino de confianza).

Los collares de castigo se han vendido como la varita mágica, y no lo son: eran la opción para aquellos que quieren imponer, no educar.

También te puede gustar

Portada de Coco y Maya

Ver todos los comentarios en https://www.cocoymaya.com

VER 0 Comentario