Cómo hacer el Camino de Santiago con perro: preparativos, consejos y entrenamiento

Cómo hacer el Camino de Santiago con perro: preparativos, consejos y entrenamiento
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Hay muchos motivos para decidir realizar el Camino de Santiago: los hay que lo hacen impulsados por su fe religiosa, otros que lo hacen movidos por razones místicas, artísticas y culturales; y también hay personas que lo realizan por el interés turístico o la aventura que supone, ya que es la mejor forma de explorar el entorno.

Independientemente de cuál sea la motivación, peregrinar a Santiago de Compostela deja huella en nuestras vidas, permitiéndonos sumergirnos en diversas culturas y, sin duda, hacer grandes amistades. Además, ¿cómo sería si pudiéramos hacerlo acompañado de nuestro perro?

A día de hoy, seguro que ya sabes que hay formas de compartir esta aventura con nuestro compañero de cuatro patas y que, de hecho, la gente que ya lo ha hecho de esta forma, recomienda esta experiencia para reforzar más aún el vínculo con nuestros perros.

No obstante, antes de plantearnos realizar el Camino de Santiago con nuestro peludo debemos tener algunos aspectos en consideración, como su estado de salud, su educación y otros cuidados básicos que tendremos que tener en cuenta a la hora de plantearnos hacer un viaje de este tipo con ellos.

La condición física y otros preparativos previos

Al igual que debemos pensar si nosotros nos encontramos en buena forma para realizar el Camino de Santiago (incluso si escogemos los recorridos más sencillos), debemos hacer lo mismo con nuestro perro. Pasar a hacer una revisión veterinaria que nos asegura que todo está en orden puede ser de gran ayuda, además de que nos servirá para desparasitarles, otro de los aspectos fundamentales a tener en cuenta antes de empezar el camino.

Especialmente si nuestro perro no está acostumbrado al ejercicio físico,  debemos empezar unos meses antes de la peregrinación a realizar caminatas, cada vez más largas, tal y como aconsejan en la web Camino de Santiago con perro, especializada en esta actividad.

"Lógicamente por temas laborales no todos podemos pasarnos el día de caminata así que os cuento mi experiencia", explica el autor de la web. "Yo salía a primera hora de la mañana a caminar a paso rápido durante aproximadamente una hora, de esta manera conseguía hacer unos 7 km antes de llegar a casa. A última hora de la tarde salíamos más tiempo, entre 1 hora y media y 2 horas (según mi disponibilidad o la de mi novia). De esta manera tan sencilla Goa (nuestra perra) recorría tranquilamente unos 22km.

Dos excursionistas junto a su perro

Otro aspecto muy importante que preparar son sus almohadillas, es decir, nuestro perro debe ser todoterreno y ser capaz de caminar por zonas verdes, pistas de tierra, piedras e incluso por la calzada, ya que esto será muy importante para habituar sus almohadillas a todos los tipos de suelo y que éstas no se resientan. "No obstante, existen productos para endurecer las almohadillas e incluso botas, aunque yo nunca los he usado", añade.

Además de las desparasitaciones del veterinario, es recomendable que llevemos un collar antigarrapatas resistente al agua, una toalla de secado rápido y chubasquero.

Dónde dormir y cuidados durante la ruta

Antes de echarnos a caminar, es fundamental que preparemos nuestra ruta y que nos aseguremos de que los hostales y albergues en los que nos vamos a hospedar admiten perros. Hoy en día son muchas las opciones, pero siguen siendo menos que las convencionales, por lo tanto, prepararlo todo con antelación será clave para que no tengamos problemas encontrando sitios.

Una vez tenemos toda la planificación lista, tan solo nos queda ultimar los preparativos que necesitaremos durante el viaje. Será fundamental que llevemos su correa, para atarlo en las zonas del camino que están próximas a las carreteras y en los pueblos donde podamos encontrarnos con otros perros.

Otros de los cuidados fundamentales que tenemos que tener en cuenta es controlar la temperatura de nuestro peludo. En caso de que haya mucho calor, asegurarnos de que no le falte agua e incluso refrescarle de vez en cuando. Por lo contrario, si hiciera frío o lloviera, podemos optar por un chubasquero e incluso un forro que ponerle debajo.

Por último, en cuanto a la comida, muchos perros no tienen mucho apetito durante la caminata en sí, por lo que quizás podamos optar por ofrecerles su porción de pienso durante los descansos o a la llegada al albergue, aunque siempre podemos ir ofreciéndole premios por el camino.

Si seguimos todos estos consejos, ya estamos listos para lanzarnos a la calzada y no parar hasta llegar a Santiago de Compostela. Y tú, ¿te animas a recorrerlo con tu peludo?

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