El 17 de abril de cada año se celebra el Día de apreciación de los murciélagos, unos animales que, ya antes de lo ocurrido con la pandemia del Covid-19 no tenían muy buena fama, ni contaban con la simpatía de las personas, tal y como pasa con otros animales exóticos. Hoy, más que nunca, es importante recordar por qué se celebra este día y por qué debemos cuidar de los murciélagos del planeta.
Fue en 1982 cuando se fundó la organización Bat Conservation International tuvo la iniciativa de crear este día, con el objetivo de proteger a las diferentes especies de murciélago que habitan nuestro planeta y divulgar sobre la vulnerabilidad y el peligro crítico en el que se encuentran algunas de ella, así como poner en valor el papel que juegan estos animales en los ecosistemas.
"Los murciélagos se encuentran bajo una amenaza sin precedentes por la destrucción generalizada del hábitat, las especies invasoras y el cambio climático, entre otras tensiones", expresan. "Sin una acción internacional, las poblaciones de murciélagos podrían seguir cayendo, llevando a las especies a la extinción".
De hecho, la Unión Internacional par ala Conservación de la Naturaleza (UICN) establece que más de 200 especies de murciélagos en 60 países de todo el mundo se encuentra en una situación vulnerable, en peligro o incluso en peligro crítico. Pero, ¿por qué es tan importante su conservación?
¿Qué sabes sobre los murciélagos?
Para entender por qué debemos querer y proteger a los murciélagos, primero tenemos que saber cómo son estos animales, conocidos también como quirópteros (Chiroptera).
Para empezar, se trata del único mamífero placentario capaz de volar, del que existen alrededor de 1.250 especies de murciélagos en todo el planeta (excepto en la Antártida). El 70 por ciento de las especies son insectívoras y el resto son frugívoras, es decir, se alimentan de pequeños vertebrados como roedores, ranas o pequeñas aves). Además, la subfamilia de vampiros (Desmodontinae) se alimenta de sangre.
Suelen vivir en zonas con árboles y cavernas, aunque también se refugian en grietas de paredes rocosas o troncos huecos, ya que son animales nocturnos y, por tanto, necesitan un lugar donde descansar de forma segura durante el día.
Aunque su sentido de la vista es muy limitado, son capaces de orientarse, localizar alimentos y evitar obstáculos gracias a un sistema de ultrasonidos de alta frecuencia que han desarrollado, el cual es inaudible para las personas.
Como todo el mundo sabe, por las sospechas de que los murciélagos podrían ser la fuente original del Covid-19, estos animales son receptores naturales de numerosos virus como el Marburgo, el Ébola o los coronavirus, sin embargo, a pesar de ser transmisores de éstas y de traspasarlas a otras especies, su sistema inmunológico los mantiene sanos, gracias a su alta temperatura corporal y los elevados niveles de interferón antiviral que poseen.
El papel de los murciélagos
Al igual que ocurre con las abejas, los murciélagos juegan un papel importante en el equilibrio del medioambiente, ya que son polinizadores de muchas especies de plantas y flores y ayudan a mitigar las poblaciones de insectos y pequeños vertebrados.
De esta forma, los murciélagos ayudan a mantener controladas las plagas de la agricultura, mosquitos y otros insectos. Pero no solo eso, también contribuyen a dispersar semillas de plantas tropicales gracias a sus funciones polinizadoras.
Por estos motivos, no debemos dejarnos llevar por la clásica imagen terrorífica de los murciélagos, símbolos de terror a través de las películas, series y libros, ni tampoco odiarlos por la relación que se ha establecido socialmente entre ellos y la pandemia del coronavirus.
Estos animales son extraordinarios y necesarios, tanto como otras miles de especies que habitan nuestro planeta y, por ello, debemos cuidarlos a ellos y sus hábitat, como hacemos con todas las demás.