La historia de la border collie que ayudó a descubrir que los perros pueden distinguir dos idiomas

La historia de la border collie que ayudó a descubrir que los perros pueden distinguir dos idiomas
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Érase una vez la historia de Kun-Kun, una border collie muy especial que marcó el inicio de una investigación novedosa: los perros pueden reconocer y distinguir entre un idioma humano familiar de otro que no lo es. Todo empezó cuando la investigadora mexicana, Laura V. Cuaya, se mudó a Hungría para continuar su formación de postdoctorado. Allí elaboró este estudio gracias a la ayuda de su perra al preguntarse “si Kun- Kun había notado que la gente en Budapest hablaba un idioma distinto, el húngaro”, asegura en National Geographic.

La búsqueda de una respuesta motivó la investigación. Para evaluar si los perros son capaces de diferenciar idiomas, se sometió a un escáner cerebral a Kun-Kun y a otros 17 perros de diferentes razas y edades.

El modus operandi que emplearon fue de lo más curioso: los perros permanecían inmóviles mientras escuchaban diversos extractos del cuento ‘El Principito’ en dos idiomas, en español y en húngaro, además de palabras sueltas sin sentido en ambos idiomas.

Es la primera evidencia de que un cerebro no humano es capaz de diferenciar entre idiomas distintos

Los expertos dieron respuesta a muchas preguntas: no solo diferencian el idioma

A través de este experimento, los investigadores descubrieron dos cosas. La primera, que el cerebro de los perros puede diferenciar el habla del no habla. Independientemente de si el lenguaje les resultaba familiar o no, los patrones de actividad en la corteza auditiva primaria eran distintos en función de si estaban escuchando o no un habla. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con los humanos, es posible que los perros no consideren el habla como algo especial, sino que simplemente detecten la naturalidad del sonido.

El segundo descubrimiento fue que los perros, a través de su corteza auditiva secundaría, son capaces de distinguir un idioma que les es familiar de otro que no lo es, como en este caso el español y el húngaro. Todo ello, teniendo en cuenta que cuanto mayor sea el perro, más capacidad tiene de reconocer el idioma familiar porque ha estado más tiempo viviendo con los humanos.

Se trata del primer estudio que demuestra que el cerebro del perro tiene la capacidad de detectar la naturalidad del habla y distinguir entre idiomas.

Foto|Pexels- Helena Lopes

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