De nuevo, durante las fiestas, vuelven las noticias que nos empujan a creer en los milagros navideños que aparecen en las películas americanas, como el rescate de Nala, una dóberman que se quedó atrapada en plena montaña sobre una catarata helada en Nochebuena.
La perra desapareció de la vista de su guía durante una caminata que estaban haciendo cerca de Waterfall Canyon, en Utah. El propietario de Nala buscó por todas partes, pero al caer la noche, asumió que no contaba con los medios y suspendió la búsqueda hasta el día siguiente.
Volvió a casa, frustrado y preocupado.
Una aventura navideña
La mañana de Navidad, el guía de Nala volvió al sendero donde se había separado de su querida perra y recorrió, de nuevo, el camino de 2,4 millas (aproximadamente, 4 kilómetros). Mientras el propietario de Nala, residente en Ogden, Utah, buscaba a su compañera, la familia se empezó a preocupar.
En realidad, podría decirse que fue un cúmulo de coincidencias: las líneas móviles iban fatal, la familia no sabía nada del hombre, se está viviendo uno de los peores inviernos que se recuerdan en Estados Unidos... Aunque había salido temprano, alrededor de las 13:00 horas, el hombre, por fin, pudo responder una llamada y avisar de la situación. La familia, preocupada, avisó a la policía, quien movilizó a un equipo de rescate que localizó al guía de Nala junto a una cascada congelada.
Nala, a dog stranded overnight in the snowy mountains in Utah, was reunited with its family after being saved by a search and rescue team pic.twitter.com/kaJBPSExKA
— Reuters (@Reuters) December 28, 2022
Para localizar a la perra, el condado de Weber movilizó un dron para peinar el terreno e informar al equipo en tierra. Nala estaba encima de la cascada que requería de equipo y habilidades de escalada técnica: la pobre perra había quedado atrapada.
No sin mi perra
La dóberman pasó la Nochebuena a una temperatura bajo cero mientras esperaba su rescate; su compañero no pensaba volver a casa sin su perra. El equipo de rescate, entonces, dispuso un operativo para atender al hombre, que sufría congelación en las puntas de los dedos. Dos rescatistas fueron a buscar a Nala, otros dos se quedaron atendiendo a su guía.
La operación duró más de 7 horas y, probablemente, el recelo típico de los dóberman frente a los extraños no ayudó. Para acelerar el proceso, los rescatadores utilizaron el zumbido del dron para acercar a Nala hacia el equipo de tierra, quienes finalmente pudieron ganarse su confianza.
Los rescatistas se tomaron su tiempo, como debe hacerse en estos casos, y, una vez la perra ya estaba controlada, la examinaron para descubrir solo ¡heridas leves que no amenazaban su vida! Una dóberman con salud de hierro, ¡y un rescate feliz!
WATCH: #BNNUS Reports
— Gurbaksh Singh Chahal (@gchahal) December 28, 2022
Nala, the family dog, was reunited with her owner after becoming separated during a hike near Waterfall Canyon on Christmas Eve and spending the night on a mountain in Weber County, #Utah. pic.twitter.com/AiZOjeYRUW
En la montaña, toca ser prudentes
Sin embargo, como os podéis imaginar, esta historia podía haber tenido un final no tan feliz, porque —no sé a vosotros—, pero a mí no me parece buena idea irse de trail de montaña con un perro suelto y sin un buen control durante el peor invierno que se recuerda en EEUU en un siglo.
Como siempre, seamos prudentes y preparemos las salidas de montaña con cuidado. No hay que confiarse nunca, tanto por nuestra seguridad como la de nuestra familia canina. A veces, vale la pena suspender una salida si existe riesgo de enfrentar este tipo de situaciones, que, algunas veces, ya llegan sin previo aviso. Además, como informó el sheriff del condado de Weber: no es habitual que los equipos de rescate persigan animales, sin embargo, en este caso, una persona se estaba poniendo en riesgo para salvar a su mascota.
Desde aquí, nos alegramos del final feliz, y esperemos que la historia de Nala se convierta en una anécdota para la familia y una enseñanza para que todos tengamos más cuidado en montaña y supervisemos a nuestros perros.