Adorables, achuchables y diferentes, muchos animales exóticos que tenemos en nuestros hogares son grandes estrellas entre nuestros amigos y familiares. Si pasear junto a un perro atraer las miradas de muchos, no puedes imaginarte lo que es hacerlo junto a un hurón. "¿Qué es? ¿Es peligroso? ¡Qué mono!", estos son algunos de los comentarios que suelen acompañar a este animal. Si esto ocurre con los hurones, más comunes en los hogares, ¿qué ocurriría si paseáramos junto a un zorro?
La tenencia y el comercio de animales exóticos de compañía ha experimentado un importante auge en los últimos años, tanto en España como en el resto del mundo. Loros, reptiles, roedores... Convivimos con muchas especies y, sin quererlo, a veces lo hacemos de una forma inadecuada, mirando más por nuestra comodidad que por el bienestar de los animales.
Este es el riesgo que conlleva tener una especie exótica como animal de compañía: problemas para los animales, que no ven cubiertas sus necesidades básicas; para el medio ambiente, cuando se nos escapan o decidimos "liberarlos" porque nos dan muchos problemas; y el peligro al que nos exponemos a veces, al tener especies que pueden suponer una amenaza para la salud pública.
El efecto oveja a través de las redes sociales
¿Por qué se ha producido un aumento de animales exóticos en los hogares ahora y no antes? Por el efecto llamada, algo que se ha visto aumentado con el auge de las redes sociales.
Antes no estábamos tan expuestos a ver animales de todo tipo alrededor del mundo. Las leyes, aunque similares, no son iguales en todos los países por lo que, algunas especies que son populares en Asia, por ejemplo, no lo son en Europa (y viceversa).
Esto ha sido así siempre con la diferencia que, ahora aplicaciones móviles como Instagram o TikTok nos muestran a nuestros vecinos continentales presumir de sus compañeros peludos. Y en este momento es en el que nos preguntamos: si ellos pueden, ¿por qué nosotros no?
En redes sociales podemos ver todo tipo compañeros exóticos: zorros fénec, suricatos, murciélagos, ardillas, lirones... No obstante, aunque la tenencia de ciertos animales sea completamente legal, no significa que, automáticamente, sea recomendable que vivan en los hogares.
Un ejemplo claro de esto son los zorros fénec. Aunque se ha propuesto su inclusión como especie invasora en más de una ocasión, la realidad es que en España su tenencia es legal. Sin embargo, a pesar de ser un animal limpio, cariñoso y fácil de domesticar, no debemos olvidarnos que es salvaje y mantenerlo de manera adecuada es incompatible con nuestras vidas.
¿Por qué? Porque su hábitat son los desiertos de la Península Arábiga, incluido el Sáhara, por lo tanto, primero de todo, no podemos recrear un desierto en nuestras casas. Y segundo, son animales que viven en madrigueras subterráneas con hábitos nocturnos por lo que, si lo dejamos suelto por casa agujereará nuestro mobiliario y, si optamos por un jardín, terminará escapándose.
Lo mismo ocurre con los suricatos. Aunque sorprende, la tenencia de estos animales en España es legal pero, ¿podemos darle una buena vida a estos animales dentro del hogar? No es imposible pero es muy complicado.
Los suricatos son gregarios por lo que, al menos, tendrán que convivir con otro ejemplar de su misma especie, no les valdrá con nuestra compañía y cariño. Además, tienen un carácter territorial por lo que, introducir otro mamífero a posteriori no va a tener buenos resultados.
Al igual que le ocurre a los zorros fénec, las condiciones climáticas del hábitat de los suricatos son muy calurosas, por lo que no llevan bien ni la humedad, ni el frío. Además, también son animales que viven en galerías subterráneas por lo que, los arañazos de los gatos no son nada en comparación a lo que le harán estos animales a nuestros muebles.
En resumen, podríamos llegar a simular un entorno adecuado a nuestros suricatos en un jardín o patio, pero nos conllevaría mucho dinero, esfuerzo y tiempo diario que muchos de los compradores que optan por estos animales de compañía no tienen.
Más especies permitidas en España
La situación del zorro fénec y los suricatos son solo dos ejemplos de lo que ocurre con muchísimas especies que no forman parte del Catálogo de Especies Exóticas Invasoras, ni están protegidas, por lo tanto, quedan bajo las normativas autonómicas que, pueden mencionar algo sobre ellas, o no.
Así, podemos ver con claridad la diferencia entre las legislaciones de cada comunidad, ya que en algunas es legal tener serpientes venenosas y en otras está prohibido, por ejemplo.
Con el fin de terminar con un listado indefinido de especies prohibidas y unificar los criterios a nivel estatal, la nueva Ley de protección animal pretende crear un listado positivo que englobe a todas las especies que sí están permitidas en nuestro país, algo que llevan pidiendo desde hace unos años ONGs como AAP Primadomus, ANDA o FAADA.