Es posible sacar a pasear al gato a la calle y que lo disfrute. Este es el método para acostumbrarlo

Es posible sacar a pasear al gato a la calle y que lo disfrute. Este es el método para acostumbrarlo
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Después de ver en TikTok cien gatos viajeros y otros tantos que pasean por la calle con arnés y correa, puede que te vengan ganas de intentarlo con los tuyos. Pero ¿es buena idea? Puede serlo, aunque es un tema más complejo que limitarnos a coger a nuestro gato, sacarlo a la calle y dejarle que empiece a descubrir el mundo atado a una correa.

No todos los gatos quieren o pueden gestionar el estrés o los elementos presentes en la calle; además, a diferencia de un perro, el gato no necesita paseos a diario, aunque sí que deberíamos intentar convertirnos en rutinarios para que pueda acostumbrarse. Como no somos ni de blancos ni negros, vamos a explicarte las ventajas y los inconvenientes.

Lo que no necesita un gato

Las necesidades de socialización de un gato no tienen nada que ver con las de otras especies, como el perro. Un gato no necesita relacionarse de una forma tan directa y tan continua y, aún menos, en espacios que no controla (calle) y con herramientas que le impiden alejarse o escapar (correa, arnés).

Por esta razón, si decidimos salir a pasear con nuestro gato deberíamos:

  • Crear una rutina tranquila y relajada, que permita al animal volver a su "zona segura" (la vivienda) si así lo necesita
  • Utilizar herramientas adecuadas: arnés antiescape y correa larga que permita, en la medida de lo posible, cierta libertad de movimientos (cuanto más "atrapado" se sienta un gato, más inseguridad le producirá)
  • Siempre será más beneficioso enseñar al gato este tipo de rutinas de cachorro, que tratar de integrarlas en la vida de un gato adulto, pero la edad no limita tanto como el carácter del animal
  • Controlar las señales de estrés y ansiedad: los gatos pueden quedarse congelarse (freezing), intentar esconderse o mostrarse sobreexcitados: hiperactivos, bufidos, piloerección...
  • Supervisar las interacciones del gato con el entorno, en especial, durante los primeros paseos: incluso si buscamos espacios tranquilos y no muy transitados, hay cientos de estímulos desconocidos para nuestro felino que pueden afectarle

Las ventajas, que también las hay

Si nos decidimos a pasear con el gato y enriquecer su rutina, el animal podrá disfrutar de nuevos estímulos (olores, superficies, tiempo de calidad). Los felinos son animales curiosos por naturaleza y disfrutan de las actividades de exploración del entorno.

El contacto con espacios naturales durante los paseos, será también un plus a tener en cuenta. Valora siempre qué puede disfrutar tu gato de cada entorno. Salir a pasear por un parque, aunque debamos tener cuidado con otros animales, puede ser interesante, pero ¿pasear por la acera? ¿entre coches y ruidos?

De igual modo, los paseos son una forma distinta de hacer ejercicio para gatos con obesidad, pero no la única: podemos crear rutinas de ejercicios en casa también. En este caso, el exterior proporciona estímulos que un piso o un patio no pueden igualar.

Pasear Gato En Familia

La recomendación de los expertos en conducta animal suele ser que leamos al gato, sigamos los pasos que detallamos a continuación para empezar a exponer al exterior y, si el gato tiene interés y predisposición (fíjate si tu gato está mucho en el patio, jardín o terraza) vayamos aumentando los espacios a explorar.

Acostumbrar a la correa, al arnés, y a la calle

Si estás convencido, empieza a acostumbrar a tu gato al arnés: primero, déjale que interactúe con la herramienta (puedes usar olores o comida) y, poco a poco, crea un ejercicio con premios en el que el gato se acerca al arnés y, poco a poco, deja que se lo pongas.

Nunca le obligues, o se lo coloques a la fuerza: ¡es un error hacerlo con un perro, pero es fatal con un gato!

A continuación:

  • Ve aumentando el tiempo que el gato lleva el arnés en casa
  • Incorpora una correa sin prisa, como lo has hecho con el arnés
  • Empieza a pasear y guiar a tu gato por casa, utilizando premios; después de practicar, quítale la correa y el arnés
  • Una vez esté habituado, empieza a salir a la calle progresivamente

Imagina que tu casa es su "zona segura" y que todo lo que hay fuera es "lo desconocido"; si se agobia o estresa, volver a su zona segura es la mejor opción. Ante señales de estrés, si le ayudamos a gestionar o volvemos sobre nuestros pasos, el gato poco a poco confiará más en nosotros ante una nueva exposición; si ignoramos esas señales, cada vez querrá salir menos.

Si escoges horas con poca gente en la calle o en las espacios donde paseas (sobre todo al inicio) y recuerdas que nunca debes estirar de la correa (con el gato, la correa será un límite, no una forma de guiar), ¡tu gato aprenderá mucho más rápido!

Si te hace mucha ilusión pasear con tu gato y es beneficioso para ambos, puedes recurrir también a un educador felino, que te ayudará a cumplir los objetivos en menos tiempo y con mejores resultados.

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