La alimentación es uno de los asuntos que más preocupa a aquellos que comparten su vida con un animal de compañía. Es difícil saber sobre los gustos de los peludos y, sobre todo, es complicado saber cuándo están saciados, especialmente en el caso de los gatos, quienes suelen tener la comida 24 horas a su disposición.
De hecho, es muy probable que si compartes la vida con un minino, te hayas visto en la situación en la que tu gato te pide comida aún teniendo todavía alimento en su comedero. Aunque pueda parecer un comportamiento caprichoso, la realidad es que tiene que ver con sus bigotes.
La Dra. María Nieves Alabarcez, bióloga, etóloga y divulgadora en redes sociales sobre bienestar animal, explica en su último vídeo por qué los bigotes son la clave en esta situación y, cómo influye el tamaño del comedero de nuestro minino a la hora de alimentarse.
Los bigotes y el tamaño del comedero
Según la experta en comportamiento animal, esta situación se produce por la forma y el tamaño del comedero en el que alimentamos a nuestro gato. "Solemos optar por comederos pequeños, porque asumimos que tienen un hocico pequeño y no necesitan uno más grande, pero, la realidad es que, un recipiente de diámetro pequeño, sumado a una alta profundidad, va a dificultar que el gato pueda explorar en el interior, ya que sus bigotes van a chocar todo el tiempo con el recipiente", detalla.
"La función de los bigotes es muy importante para los gatos", continúa. "Además de ayudarles a detectar características medioambientales y ayudarles a mantener el equilibrio y la orientación, los bigotes les permiten determinar si caben por una obertura o no, ya que el ancho de los mismos corresponde al ancho del gato (excepto en los casos de obesidad)".
Esto quiere decir que, si nuestro gato está alimentándose de un comedero profundo y estrecho, al introducir el hocico en el mismo empezará a notar como sus bigotes chocan con el recipiente y no se va a querer adentrar más, por miedo a quedarse atascado. "Es una cuestión de supervivencia felina", asegura Albarcez.
Por lo tanto, debemos cambiar de recipiente y optar por "uno más grande en diámetro, en el que quepan el ancho de los bigotes y, además, que no sea muy profundo, para que tenga que introducir muy poco el hocico para terminarse el alimento", recomienda la experta.
Antes de realizar este cambio, por supuesto, tenemos que valorar otras opciones por las cuales el gato pueda dejar de comerse todo su cuenco de pienso, como el hecho de tener otros animales en casa (en cuyo caso es recomendable utilizar varios recipientes, uno por gato) o un cambio de pienso, en cuyo caso podría ser la razón por la que no lo termina.