Mi perro cojea: cómo detectar si es algo grave o no, y qué hacer paso a paso

Mi perro cojea: cómo detectar si es algo grave o no, y qué hacer paso a paso
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Si cuando vas a pasear con tu perro lo ves correr y jugar, pero de repente te das cuenta que cojea… ¿Qué debes hacer? Todo esto va a depender de lo que le esté provocando la cojera. Pero no te estreses, te explicamos paso a paso qué mirar y qué hacer si ves que tu perro cojea.

Lo primero que debes hacer es palpar e inspeccionar la extremidad problemática para averiguar dónde se encuentra el foco del dolor. Esto lo puedes saber cuando al tocarle la pata tu perro intenta escaparse, procura morderte o se queja por el dolor.

Si el perro se ha hecho una pequeña herida o se ha clavado una astilla puedes solucionarlo tú mismo quitándola y poniendo un poco de yodo o agua oxigenada en el caso de que la lesión sea pequeña y no esté infectada. Es decir, en ocasiones tal vez puedas solucionarlo tú mismo.

Sin embargo, si tienes alguna duda, llévalo a tu veterinario porque el especialista es el único que sabrá si es leve o grave y utilizará un protocolo adecuado para saber qué está ocurriendo en la salud de tu compañero.

¿Qué es una cojera?

Una cojera puede afectar a cualquier perro, sea cual sea su raza o su edad y, además, no es una enfermedad, sino que es un síntoma relacionado con el dolor y este aparece porque existe un desequilibrio o problema en la salud del animal.

Una cojera enmascara una patología, leve o grave, y dependiendo de esta enfermedad será sencilla su curación o no.

Tipos de cojera

Primero tienes que saber que hay dos tipos de cojeras, las aguadas y las crónicas.

Las primeras aparecen de repente y tienen una duración corta en el tiempo. Suelen ser causadas por golpes, caídas, atropellos, rotura de ligamentos…

Las segundas son cojeras más complicadas y no desaparecen hasta que no se implanta un tratamiento adecuado. Son las que llegan por causa de una enfermedad degenerativa, artrosis, displasia de codo o cadera, tumor de hueso u otro tipo.

Qué hacer paso a paso si tu perro cojea

1. Inspecciona la extremidad sabiendo que en las cojeras agudas pueden estar dañadas las patas tanto delanteras como traseras.

Lo más común es que aparezcan los problemas por tener heridas en las almohadillas, uñas rizadas que se clavan en la piel del perro o uñas rotas, y en casos más graves, fracturas, problemas en ligamentos o tendones, inflamación, tumores e incluso enfermedades degenerativas.

En las extremidades delanteras también puede aparecer la displasia de codo o la osteocondrosis del hombro o el codo. Ambas son enfermedades degenerativas y crónicas.

Las extremidades traseras son afectadas por enfermedades crónicas como la displasia de cadera, la osteocondrosis de la rodilla o la rotura del ligamento cruzado que se sitúa en la rodilla.

2. Entonces, lo fácil es que si tu perro tiene algo clavado en la almohadilla lo vas a ver y se lo podrás quitar sin mayor dificultad, pero si padece de algo más grave, como un problema de artrosis o artritis, serás incapaz de diagnosticarlo ni de ponerle solución sin la ayuda del veterinario.

3. Una vez hayas detectado el problema actúa con coherencia. Si puedes ayudar a tu perro no dudes en hacerlo, pero siempre, sea lo que sea, es mejor contactar con tu veterinario habitual para comentarle lo que ha ocurrido. Él te podrá aconsejar mejor que nadie.

Perro Cojera

Causas de la cojera y qué hacer en cada caso

Pueden ser diferentes motivos por los que tu perro cojea. Aquí te ponemos los más habituales:

1. Herida en la almohadilla o un cuerpo extraño clavado. Los perros suelen clavarse espinas, pinchos, cristales, piedras o cualquier otra cosa después de haber paseado por el campo o la playa. Revisa que ningún tipo de material le haya podido hacer daño en sus patas y si tiene cualquier cosa clavada coge unas pinzas y quítaselo con cuidado. Tras hacerlo, limpia la zona con una gasa empapada en agua oxigenada. Si la herida es profunda contacta con tu veterinario porque quizá necesite grapar la herida para que pueda curarse.

2. Esguince. Ocurre en perros que no paran de correr y jugar como locos. Es más normal que pase en perros jóvenes. Verás cómo tu perro tiene una cojera muy exagerada y no va a tocar el suelo con la extremidad afectada. También la verás hinchada y colgante.

¿Cómo puedes actuar? Coge hielo y cúbrelo con un paño. Después colócalo en la zona dañada durante 20-30 minutos. Una vez hecho esto, acude al veterinario para que el experto pueda valorar la lesión.

3. Quistes entre los dedos. A veces los perros también pueden sufrir de quistes en la zona interdigital. Al ser una parte del cuerpo del perro próxima al suelo suelen infectarse con facilidad por la presencia de bacterias. Si al inspeccionarle las patas observas bultos pequeños y la piel rojiza lo que debes hacer es ir al veterinario para que le aplique un tratamiento antibiótico y le elimine los molestos quistes.

4. Fractura ósea. Puede ser por un golpe, caída o atropello. No obstante, verás cómo tu perro se sentirá incómodo y empezará a llorar, a evitar que lo toques o a apoyar la extremidad.

¿Qué hacer? Se trata de una urgencia y tienes que acudir con urgencia al veterinario para que el traumatólogo evalúe al animal, realice las radiografías adecuadas y proceder a implementar el tratamiento médico o quirúrgico.

Perro Cojera

5. Artritis. Es una enfermedad inflamatoria, degenerativa y dolorosa de las articulaciones. Ocurre en perros de mediana y avanzada edad. Es una patología crónica y podrás ver cómo a tu compañero cada vez más le costará levantarse y andar. ¿Qué hacer? Pide cita con tu veterinario para comenzar con un tratamiento antiinflamatorio.

6. Displasia de cadera. Es muy común en razas como el Pastor Alemán, Labrador, Mastín Español, Rottweiler, Golden Retriever…

Se trata de una enfermedad hereditaria y degenerativa en la que existe una falta de ajuste en la articulación de la cadera. El animal empieza a manifestar dolor durante el primer año de vida.

¿Qué hacer? Sin duda, acude al veterinario para que pueda valorar el grado de displasia y así comenzar a valorar el tratamiento quirúrgico y comenzar con el médico.

No te asustes si ves a tu perro cojear porque la cojera en perros es una consulta veterinaria muy común y, en la mayoría de los casos, tiene una solución con un final feliz.

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