Con el calor no siempre se nos ocurren las ideas más brillantes, la verdad. Lo peor es que, a veces, quienes sufren las consecuencias son nuestros queridos perros, porque... hay formas estupendas de refrescar a tu perro en verano, pero también alguna idea nefasta, para que vamos a engañarnos, ¿no?
Empecemos por la peor idea que se te puede ocurrir en épocas con altas temperaturas...
Perritos... ¿helados?
Suele decirse que el hielo es malo para los perros, aunque esto no es totalmente cierto. El hielo puede ser perjudicial en contacto directo con sus mucosas y su lengua (sin pasar por agua) y, ante un golpe de calor, el cambio térmico también será perjudicial.
La peor idea para refrescar a tu perro es someterle a un cambio térmico brusco, tanto mediante hielo como con agua casi helada. Si tu perro está muy acalorado o ha sufrido un golpe de calor, beber agua helada o entrar en contacto con esta será muy, muy negativo. Lo más interesante sería refrescarlo con agua tibia o ligeramente fría e ir reduciendo la temperatura de forma gradual.
Además, se suele cometer un error muy habitual relacionado con la forma en la que refrescamos a nuestros perros, al remojar la cabeza, la cruz, el tronco y la grupa del perro; sin embargo, se ha estudiado que tirar el agua por encima, puede generar vapor y acalorar, todavía más, al animal si la temperatura ambiente es muy alta.
¿Y las buenas ideas?
Por suerte, hoy estamos más concienciados que nunca ante cuestiones de bienestar animal y puedes encontrar muchas buenas ideas para refrescar a tu perro. Empecemos por las más sencillas, y también las más útiles.
Hidratación adecuada
Acostúmbrate a tener a disposición agua en casa y durante los paseos. Para esto último, puedes ofrecer agua cada cierto tiempo y, si la rechaza varias veces, aprovecha para refrescar a tu perro mojándole el vientre, las almohadillas de las patas y el hocico.
Espacios adaptados y ventilados
En casa, localiza aquellos espacios donde tus perros pasan más tiempo e intenta que tengan acceso a agua y buena ventilación. En días de mucho calor, podemos ayudarnos de ventiladores, climatizadores o aires acondicionados, sobre todo si convivimos con perros de razas braquicéfalas, que suelen pasarlo peor.
¿Cepillado o corte de pelo?
Ningún perro con pelo de doble capa necesita que lo rapen. El pelo cumple una función protectora también frente a la luz solar, irritaciones de la piel y desequilibrio de las grasas naturales, entre otras cuestiones.
Sí que es muy interesante un correcto cepillado para eliminar pelo muerto y, en paralelo, si procede, recurrir a un servicio de peluquería especializada para razas como caniches, West Highland white terriers, cockers o teckels.
¡Hielo y helados para refrescar!
Ofrecer helados caseros es una buena actividad de enriquecimiento para el día a día de tu perro. Puedes ofrecerle cubitos o crear tus propios helados con pienso, comida húmeda y caldo de pollo o verdura ¡olvídate del azúcar y de las opciones comerciales!
Ten cuidado, sin embargo, con el tamaño de los trozos de hielo que le ofreces y recuerda siempre remojar el hielo con agua antes de dárselo para evitar que se enganche en la lengua o se atragante.
Los perros sudan
Si tu perro debe llevar bozal, asegúrate que le permite abrir la boca y jadear adecuadamente. Además, los perros sudan por la nariz, las axilas y las almohadillas, principalmente, por lo que intenta que esas zonas se encuentren lo más despejadas posibles.
Para los más calurosos, chalecos refrigerantes
Existe una gran oferta de camas y mantas refrigeradas para aliviar los principales síntomas del calor en casa. Sin embargo, estos últimos años se suman opciones para que tu perro sea el más fresco del parque: los chalecos refrigerantes se activan con agua fría que almacena en las capas centrales de la pieza que se va evaporando, poco a poco, y reduce la temperatura corporal del animal.
Evita actividad intensa
Está totalmente desaconsejado realizar actividad intensa con tu perro durante las horas centrales del día. En este caso, prevenir siempre será la mejor opción, e intentar reducir la exposición al sol.
A menudo, suele recomendarse refrescar a tu perro con una manguera, en la ducha o en zonas de agua, pero ¡cuidado! Ningún profesional te recomendará nunca que tires agua a tu perro o le obligues a meterse en piscinas, ríos o playas sin acostumbrarlo antes. Puede vivir esa experiencia de forma negativa y generar miedo a una situación concreta. Sin embargo, ya ves que aquí unas cuantas buenas ideas para hacer algo más llevaderos los días en los que aprieta el calor.