Tuurid Rugaas empezó a hablar sobre señales de calma hace más de 30 años, pero todavía no tenemos un gran conocimiento sobre el lenguaje canino. Las señales de calma (y advertencia) son conductas que los perros realizan para comunicarse con nosotros y reducir la posibilidad de conflictos.
A menudo, aparecen cuando nuestros peludos se sienten incómodos, estresados o no sienten que se les entienda. Entre los perros, el aprendizaje y la ejecución de estas señales es algo aprendido desde cachorros, pero, en nuestro caso, nos toca descubrir qué nos quieren decir, ya que todavía no existe el traductor perro-humano. Por ello, empezamos por dos muy sencillas, pero que generan muchas dudas: los bostezos y el girar la cabeza.
El bostezo, como señal de calma
Como en la mayoría de las señales, el bostezo es una señal que tiene varios significados. A grandes rasgos, bostezar alivia tensión y ansiedad en el perro, e informa de que esa situación está incomodando al perro.
Si te fijas, es común cuando dos perros se saludan y la situación no es cómoda para uno o para ambos, sea porque alguno es invasivo, porque el otro no quiere jugar, o porque han tenido algún conflicto en el pasado.
Cuando observes que un perro bosteza ante una interacción (por ejemplo, algún tipo de caricias, una persona desconocida o una situación concreta en un parque), vale la pena dar al perro la posibilidad de abandonar esa situación y observar qué decide hacer. De este modo, estaremos ofreciendo al perro opciones útiles y positivas para que se comunique con nosotros cuando necesite que le ayudemos a solucionar algo.
¿Siempre que un perro bosteza está estresado? En absoluto. El bostezo puede ser también una señal de cansancio. Por esto, es importante valorar cuándo se da y bajo qué circunstancias. ¿Es medianoche y está tumbado en su cama? Probablemente, se parezca más a un bostezo para oxigenar el cerebro, ¡algo que también hacemos los humanos!
Girar la cabeza, como señal de calma
Casi tan probable como el bostezo, está la vuelta de cabeza. Esta señal, por desgracia, suele ser malinterpretada muy a menudo, porque los humanos la entendemos como una falta de atención.
Todo lo contrario. Un perro que no quiera conflictos, girará la cabeza para demostrarlo. De igual modo, las familias que tienden a reñir a sus perros, pueden ver cómo estos ladean la cabeza, ¡algo perfectamente normal! Está intentando hacerte saber que quiere que te calmes.
También es común en situaciones en las que otro perro o una persona se acerca de forma impulsiva, amenazante o intimidante. Una de las primeras opciones es posible que sea girar la cabeza para rebajar esa tensión e informar de que no está cómodo y, así, no quiere interactuar.
Como guía canino, es importante que aprendas a identificar estas y otras señales de calma y advertencia (como sería un gruñido, o levantar los belfos) para reducir la posibilidad de conflictos y demostrar a tu perro que entiendes lo que te está pidiendo en cada momento. Esto es muy importante para reducir el estrés canino y demostrar a tu perro que le escuchas.
Ante cualquier duda, puedes observar cuándo aparecen estas conductas en distintas situaciones, evitar forzar a los perro a interactuar y dar el espacio y el tiempo que ellos necesitan, será básico para su bienestar.