Si tienes un perro de raza pequeña, cuidado con la enfermedad de la válvula mitral cuando se hacen mayores

Si tienes un perro de raza pequeña, cuidado con la enfermedad de la válvula mitral cuando se hacen mayores
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Al igual que ocurre con las personas, los perros, según su tamaño y constitución, son más o menos propensos a algunas enfermedades. Por ejemplo, los perros de razas pequeñas como el Cocker spaniel, los Dachshund o los Yorkshire terriers, entre otros, están expuestos a padecer la enfermedad de la válvula mitral (EVM), una cardiopatía habitual cuando se hacen mayores. ¿Sabes en qué consiste?

Para entender cómo afecta esta enfermedad a nuestros perros, primero debemos saber qué es y qué hace la válvula mitral. "Se trata de una estructura cardiaca que se encuentra en el ventrículo izquierdo y es la que se encarga de pasar la sangre desde la aurícula izquierda hacia el ventrículo", explica Alexis Santana, encargada del área de cardiología y cirugía cardiovascular de AniCura Albea Hospital Veterinario.

"Cerrándose completamente, evita que al latir el ventrículo la sangre vuelva hacia la aurícula y facilita que solo tenga una salida posible en la aorta para distribuirse por todo el cuerpo", añade.

Sabiendo esto, la patología degenerativa mitral que presentan muchos perros pequeños cuando alcanzan una edad avanzada hace que se formen unos engrosamientos en las válvulas mitrales, lo que obstruye el correcto cierre de las mismas. Al quedar un poco abierta, con cada latido, parte de la sangre que debería salir por la aorta vuelve hacia la aurícula izquierda.

Esta situación desencadena que las defensas de nuestro perro pongan en marcha una serie de mecanismos de regulación que, a corto plazo les ayuda, pero a la larga hacen que esta enfermedad empeore y se vuelva crónica. De ahí que sea importante hacer revisiones completas cada seis meses, cuando nuestros peludos se hacen mayores.

Todo empieza con un soplo

Pero, ¿y por qué esta enfermedad aparece más razas pequeñas que en grandes? Esto de debe a que los perros de tamaño pequeño tienen una anormal remodelación de la válvula. "Se producen una serie de cambios histológicos en el tejido normal de la válvula que hacen que se generen nódulos de tipo fibroso que alteran la correcta morfología, cierre y movimiento de la válvula mitral", explica Santana.

Perro pequeño

A la hora de detectar la enfermedad, será difícil en una revisión rutinaria, ya que en las fases iniciales de la enfermedad los pacientes son asintomáticos y esta patología solo podría detectarse si se realiza una exploración física con el característico soplo cardiaco.

Es por este motivo que se recomienda a los tutores realizar una revisión completa, al menos una vez al año y mejor si es cada seis meses, cuando el perrete está entrando en la vejez. Porque solo una ecocardiografía podríamos ver qué es lo que está ocurriendo en la aurícula y el ventrículo.

Si nuestro perro alcanza las fases más avanzadas de la enfermedad sin haber sido tratado, presentará síntomas como la insuficiencia cardiaca congestiva (líquido en el pulmón) y, en general, estarán más cansados, respirarán más fuerte y rápido en estado de reposo. De hecho, lo peor que les puede ocurrir es que los pulmones se encharquen, lo que provocaría su muerte.

No tiene cura

Pero entonces, ¿qué podemos hacer para prevenir o tratar esta enfermedad? Por desgracia, a día de hoy no existe ninguna forma de evitar o curar esta patología, aunque sí tienen una mayor esperanza de vida aquellos perros en los que se detecta de forma temprana.

No obstante, aunque no hay un tratamiento curativo, sí que existen técnicas paliativas para pacientes graves que mejoran bastante su calidad de vida. Fuera de España están ganando mucho peso las operaciones quirúrgicas, que están obteniendo buenos resultados, pero es algo que todavía no está disponible en nuestro país.

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