Estos encantadores marsupiales en peligro de extinción prefieren aparearse hasta la muerte en vez de dormir

Estos encantadores marsupiales en peligro de extinción prefieren aparearse hasta la muerte en vez de dormir
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Quizás no hayas oído nunca hablar de los quolls pero, si eres un amante de los animales, te preocupará saber que se trata de una especie australiana de marsupiales que están en peligro de extinción, aunque lo más sorprendente es los motivos por el que se encuentra en el listado de especies protegidas.

Del tamaño de un gato doméstico, estos pequeños animalillos han visto su población reducida a mínimos (de hecho, algunas de sus razas se han extinguido en Australia, quedando solo algunas poblaciones en Tasmania) y, las pocas que quedan parecen sacrificar el sueño a favor de tener relaciones sexuales, un comportamiento que podría ser el responsable de sus muertes prematuras, tal y como sugiere una nueva investigación publicada en The Royal Society.

Los investigadores han estudiado por qué los quolls macho suelen aparearse hasta morir durante la temporada de reproducción, mientras que las hembras viven hasta los cuatro años de edad. Lo han hecho rastrando la actividad de estos marsupiales en Groote Eylant (una isla al norte de Australia), donde encontraron que la falta de descanso en ésta época de apareamiento podría estar detrás de la masiva mortalidad de los quoll macho.

Lo que está ocurriendo con los quoll es algo preocupante para los investigadores australianos, que llevan dedicando décadas a la conservación de esta especie en las zonas protegidas donde quedan ejemplares de las diferentes especies de quoll (la norteña, de hecho, fue descubierta hace unos años, por unos guardabosques. ¡Todavía hay esperanza!)

Semelparidad, la muerte tras la reproducción

Los quolls norteños son los mamíferos más grandes que se conoce que tienen una estrategia de reproducción de semelparidad, es decir, que tienen un único episodio reproductivo antes de morir, ya que utilizan todos los recursos disponibles que poseen para maximizar la reproducción, a expensas de la continuación de la vida.

Este sistema reproductor es común en algunas especies de mariposas, algunas ranas y reptiles y en plantas, pero no es algo común en mamíferos, de ahí que sorprenda ver que los quolls utilizan este sistema para aparearse.

No obstante, en el estudio recién publicado han descubierto que los machos descansaban solo un ocho por ciento del tiempo, mientras que las hembras lo hacían tres veces más (un 24 por ciento) y, además, los machos pasaban también más tiempo en movimiento.

Un ejemplar de Quoll

"Los machos están invirtiendo toda esta energía en buscar a las hembras porque así es como maximizan su rendimiento reproductivo, pero no descansan en ningún momento", explica el Dr. Christofer Clemente, coautor del estudio y profesor titular de ecofisiología animal en la USC en declaraciones a The Guardian.

Este detalle sobre el descanso podría explicar el deterioro gradual y la eventual muerte de los machos. "Podría justificar las causas de muerte registradas en machos tras la temporada de reproducción, como que se convierten en pesas fáciles o que mueren por agotamiento", añade.

"Al final de la temporada de reproducción comienzan a perder su pelaje, a no poder acicalarse de manera eficiente, pierden peso e incluso se pelean entre ellos", explica Clemente. "Su aspecto es terrible".

La investigación guiada por Clemente solo es una pequeña parte de un estudio mayor sobre los comportamientos de estos animales, con el objetivo de mejorar las estrategias de conservación de esta especie, aunque estos adorables marsupiales se lo están poniendo complicado con prácticas sexuales tan extremas.

¿Estarán mostrando estos comportamientos tan extremos al ver su población mermada o será algo propio de la especie? Tendremos que seguir las investigaciones muy de cerca para averiguarlo.

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