Los hurones se han popularizado mucho como animal de compañía en los últimos años. Mientras que antes eran conocidos como cazadores natos de conejos, hoy en día podemos verlos desde una perspectiva más tierna entre mantitas en nuestros hogares. Pero, ¿sabemos cómo mantener esta especie adecuadamente en cautividad?
Lo primero que debemos saber antes de decidir si queremos ampliar nuestra familia con uno de estos pequeños animales es que son muy sociables, por lo que es ideal que no optemos por adquirir uno, si no que nos animemos a comprar o adoptar dos o tres.
Esto es importante porque, tenemos que pensar en el coste que supone mantener un animal (exóticos), tanto de dinero como de tiempo (y luego multiplicarlo por dos). En el aspecto económico, una buena alimentación, las revisiones veterinarias (incluidas vacunas y desparasitaciones) así como cualquier accesorio que necesite (jaula, juguetes, etc.) nos va a suponer un desembolso aproximado de 600 euros al año.
En lo que respecta al tiempo que debemos pasar con ellos, a diario, debemos atenderles durante aquellas horas en las que no estén durmiendo (están activos unas seis horas al día), por lo que, especialmente en aquellos casos en los que viven en una jaula y dependen de nosotros para salir, será importante que estemos disponibles. La parte buena de tener más de un hurón es que es muy probable que jueguen y se entretengan entre ellos.
Aunque no es obligatorio que tengamos dos, cualquier amante de los hurones nos recomendará que optemos por esta opción, para ofrecerles una mejor calidad de vida.
Cuidados básicos del hurón
La esperanza de vida de los hurones es de un máximo de ocho años. Para disfrutar todo este tiempo de estos pequeños peludos tendremos que tener varios aspectos en cuenta: una adecuada alimentación, una esterilización no perjudicial y respetar el fotoperiodo.
Los hurones son carnívoros por naturaleza. Aunque en las tiendas venden piensos especiales para hurones, la realidad es que lo mejor que podemos ofrecerle a estos animales es una dieta natural (ya sea cruda o cocinada). ¿Por qué? Para evitar la aparición de las enfermedades más comunes en estos animales: insulinoma, enfermedad adrenal y linfoma.
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— Siberian Lizard ❄️🤍 (@siberianlizard) March 22, 2018
Una dieta completa para nuestro hurón tendrá que componerse de pollo, codorniz, huevos, entrañas, sesos y huesos, entre otros, por lo que, será muy importante que acudamos a un experto en alimentación natural de hurones (nuestro veterinario de confianza o un externo) para que nos ayude a formular sus menús.
En cuanto a la esterilización, su obligatoriedad depende de la comunidad autónoma en la que nos encontremos. Por ejemplo, en La Rioja es obligatoria desde 2018, mientras que en Madrid, solo recomendable. No obstante, cualquier veterinario especializado en estos animales nos animará a la castración química, ya que previene muchísimos problemas futuros.
En este sentido, debemos olvidarnos de los métodos clásicos y optar por el implante. Se trata de una castración química a través de un implante especial debajo de la piel que además ayuda a prevenir la enfermedad adrenal, la cual afecta especialmente a las hembras por un exceso en la producción de estrógenos (hiperestrogenismo).
Por último, debemos saber que los hurones son animales fotoperiódicos, es decir, algunas de sus funciones vitales se rigen por las horas de luz y oscuridad. Esto puede verse alterado al convivir con nosotros debido a las luces artificiales. Entre 14 y 16 horas al día deben estar en completa oscuridad (mientras duermen), algo que podemos fomentar con fundas para su jaula, o proporcionándoles casitas, iglús y mantitas para que puedan utilizarlos y cerrarse a la hora de ir a descansar.
Tiempo de juego
Hay diferentes maneras de mantener a un hurón viviendo con nosotros en casa. Algunas personas les permiten el acceso a todas las estancias, siempre y cuando nos aseguremos antes de que son lugares seguros para ellos (lejos de cableados, ventanas o balcones, entre otros.
Otros optan por habilitar una habitación para ellos, algo especialmente útil si tenemos varios hurones, ya que dispondrán de su propio espacio, con sus camas, sus bebederos, sus juguetes, etc. De nuevo, asegurándonos de no dejar nada peligroso a su alcance.
Y por último, los hay que los tienen en jaulas adecuadas para ellos (suelen ser grandes, con varios pisos, complementadas con camitas, hamacas, un esquinero y juguetes. En este último caso, es especialmente importante que tengamos disponibilidad para estar con ellos y ofrecerles horas de juego y diversión fuera de la jaula.
Independientemente del número de hurones que tengamos, es importante que tengan espacio suficiente para correr, saltar, jugar con sus compañeros en caso de tenerlos, y disfrutar cotilleando su entorno (son animales extremadamente curiosos y ladrones por excelencia, que no te extrañe si te desaparece cualquier objeto pequeño que dejes a su alcance).
Entre los juguetes que más les llaman la atención, podemos ofrecerles cajas con bolas de plástico (como las de los niños pequeños), tubos o túneles por los que puedan pasar o dónde puedan esconderse; pelotas con cascabeles en el interior... Y, por supuesto, si queremos jugar con ellos, podremos utilizar las típicas cañas con plumas o un juguete en el extremo, que se usan también con gatos.
Obligaciones legales
En cuanto a nuestras obligaciones legales como tutores responsables del hurón, dependerán de la comunidad autónoma en la que residamos en todos los sentidos: identificación, vacunación y esterilización. Por ejemplo, en Cataluña la identificación mediante chip es obligatoria, mientras que en Valencia lo llevan pidiendo los veterinarios desde 2020 con el fin de prevenir el abandono y el control de enfermedades.
Por otro lado, en cuanto a las vacunas, la de la rabia es obligatoria prácticamente en toda España, exceptuando Cataluña, Galicia y Asturias; mientras que la del moquillo (estas son las dos únicas que tendremos que administrarles) solo se recomienda.
Por último, como ya hemos dicho, la esterilización realmente depende de la normativa de protección animal de cada comunidad, siendo una opción solo recomendada en la gran mayoría del país (a excepción de alguna comunidad, como La Rioja, donde sí es obligatorio).
Si sabemos todo esto (lo básico y principal que debemos tener en cuenta) y aún así, nos cuadra la idea de tener un hurón en casa, siempre podemos ampliar la información consultando con expertos, hablando con gente que ya conviva con estos animales y nos pueda contar su experiencia con ellos (especialmente a través de grupos en redes sociales) y, de esta forma, tomar la decisión con plena seguridad de que vamos a ofrecerle una buena vida.