La Ley de Bienestar Animal obliga a esterilizar a los hurones adoptados pero... ¿Es recomendable para su salud?

La Ley de Bienestar Animal obliga a esterilizar a los hurones adoptados pero... ¿Es recomendable para su salud?
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Quedan tan solo unos meses para la entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal (el próximo septiembre) y, para entonces, todos aquellos que convivamos con animales de compañía debemos estar atentos a cualquier cambio que nos afecte como tutores, ya que muchas de nuestras responsabilidades van a cambiar.

Una de las más importantes es la obligación de esterilización de cualquier animal que adoptemos. De hecho, la normativa estatal hace hincapié en la importancia de esta intervención con el fin de prevenir camadas no deseadas y el abandono animal.

Sin embargo, aunque la esterilización también es algo recomendado por muchos veterinarios (para evitar enfermedades y otros problemas de salud), la realidad es que, en el caso de los hurones, hay que tener especial cuidado con el método que escojamos, ya que los especialistas en especies exóticas no recomiendan la esterilización quirúrgica.

En el texto legislativo se define la esterilización como el "método clínico practicado por profesionales veterinarios colegiados por el cual se realiza una intervención quirúrgica o medicamentosa sobre el animal con el objetivo de evitar su capacidad reproductora". En la intervención medicamentosa está la clave en cuanto a hurones se refiere. ¿Sabes que son los implantes?

El implante para inhibir el celo en hurones

Como ya hemos dicho, la Ley de Bienestar Animal obliga a entregar a los hurones procedentes de centros de protección animal ya esterilizados o con un compromiso de esterilización (si no tuvieran la edad o cumplieran las condiciones suficientes para realizar la cirugía).

En cuanto al método, en hurones, el recomendado por los expertos y el que se utiliza en la mayoría de las protectoras o asociaciones de animales dedicadas a esta especie (como Echamos una patita o Huronlife) , es el implante de acetato de deslorelina.

"Se trata de una castración química a través de un implante especial debajo de la piel que sirve también para prevenir la enfermedad adrenal en hurones, que ocurre especialmente en hembras por un exceso en la producción de estrógenos denominada hiperestrogenismo", expresan los veterinarios de Preventy Vet, en Zaragoza.

Un hurón a dos patas

Además de para prevenir la enfermedad adrenal, este método de esterilización química previene los problemas asociados al celo como el mal olor, la territorialidad en machos y los tumores asociados a los órganos sexuales.

La gran desventaja que tiene este método de esterilización es que debe ser renovado, es decir, la duración puede ir de los seis meses a los tres o cuatro años, dependiendo del hurón, por lo que en cada época de celo (entre diciembre y enero en machos y entre febrero y marzo las hembras) tendremos que vigilar los síntomas para ver si es o no necesaria la renovación del implante.

Pero entonces, ¿cómo se van a gestionar las esterilizaciones desde los centros de protección animal y las asociaciones encargadas de las adopciones? "Se establecerá un compromiso de realizar el tratamiento cuando sea necesario, igual que si se adopta un cachorro de perro", explica Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales del Gobierno central.

De esta forma, cobrará vital importancia el contrato de adopción y el seguimiento por parte del centro involucrado en la gestión, quién tendrá que asegurarse de el cumplimiento de este compromiso de esterilización.

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