Con los cientos (o miles) de noticias que se han publicado estos últimos meses sobre la Ley de Bienestar Animal (aquí tienes un resumen), es posible que estemos algo confundidos sobre las obligaciones y el mejor momento para adoptar a un perro (o a un gato).
¿Vale la pena tratar de adelantarse a la ley? ¿Habrá grandes cambios si queremos adoptar a uno estos meses? Pues, pese a todo el revuelo, la realidad es que da igual que adoptes mañana que varios meses tras la aprobación y entrada en vigor, ya que las obligaciones serán retroactivas.
Nadie se libra de las nuevas obligaciones
Con la Ley de Bienestar Animal, será obligatorio la contratación de un seguro de responsabilidad civil, realizar un curso básico de tenencia responsable o pasar un test de sociabilidad canino, entre otras cosas.
Todo ello, se aplicará de forma retroactiva para todas las familias con perros: o sea, deberemos realizarlo hayamos adoptado a un perro antes o después de la aprobación de la ley, por lo tanto, no tiene sentido intentar "adelantarse" a su tramitación.
A nivel práctico, algunas sanciones se endurecerán, como la imposibilidad de dejar encerrados a los perros en un vehículo, dejarlos deambular sin supervisión o no recoger pises y cacas, si bien se trata de prácticas que se alejan de la tenencia responsable y que, a menudo, ya están castigadas por las leyes autonómicas.
Lo que vas a evitar
Tras la aprobación de la ley, es cierto que se oficializará la cría controlada mediante un Registro de Criadores, que, hoy por hoy, todavía no se encuentra activo, pero se trata de un trámite administrativo más que de un gran cambio legal y social. Aquellas personas que deseen criar a partir de 2023, deberán estar inscritos en el registro, que será una acción complementaria a las obligaciones de identificación actuales, y que facilitará el control de las camadas.
Si te planteas adoptar, recuerda que existe un problema de abandono enorme en España y que, por esto, los perros de protectora se esterilizan por ley desde hace varias décadas. Asimismo, los criadores de raza, no suelen permitir la cría con ejemplares de sus camadas por parte de terceros, tanto por salud de las líneas como por competencia desleal frente a su propio trabajo.
De este modo, la cría tiene dos grandes flujos: los perros de trabajo (caza, ganadería, deporte y utilidad) y las familias que desean una camada de sus canes. En ambos casos, será tan sencillo como inscribirse en el Registro de Criadores y contar con un espacio mínimo para la cría, que podrá realizarse en un domicilio privado incluso. No obstante, si estamos pensando en criar animales, debemos tener presente el problema de masificación que existe y cómo vamos a "dar salida" o cuidar a todos los cachorros de una camada.
Cambios con los PPP
Por último, sí hay algunos cambios que pueden facilitar la adopción de ciertas razas en los próximos meses. Es el caso del fin de la licencia administrativa para las razas de perros considerados PPP.
En otras palabras, con el cambio de ley, se mantendrá el seguro de RC (que será necesario para todos los perros, sin excepción), pero se retirará la licencia a excepción de perros de manejo especial (PME), o sea, aquellos que no superen el test de sociabilidad. Sin embargo, este es un trámite menor que no debería suponer ningún cambio (además, muchos centros cuentan con programas específicos para visibilizar y facilitar la adopción de PPPs).
Piensa que, si realmente estás pensando en compartir tu vida con un perro, una urgencia veterinaria puede costar 1.000 euros, las obligaciones diarias van desde los paseos a la estimulación mental, el juego, la comida, el adaptar viajes y los lógicos imprevistos.
Por lo tanto, si el trámite y un coste máximo de 30 o 50 euros suponen una gran diferencia, quizá debas plantearte si no hay otros elementos (tiempo, poder adquisitivo, obligaciones, decisiones impulsivas...) que pueden dificultar una adopción responsable.
En resumen, si estás valorando la adopción, tómate tu tiempo, no corras sin necesidad; si estás esperándote para adoptar, poco o nada relevante va a cambiar, por lo que ¡aprovecha el tiempo con tu nuevo amigo! Lo más importante sigue siendo estar convencidos, contar con espacio y, sobre todo, tiempo para dedicar a nuestro compañero canino.