Consejos para viajar en el puente de mayo con nuestros perros y gatos

Consejos para viajar en el puente de mayo con nuestros perros y gatos
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El comienzo de mayo suele alegrar a muchos ya que, gracias al puente, podemos tomarnos un pequeño respiro y, quizás, aprovechar estos días libres para hacer un pequeño viaje a la montaña o a la playa e incluso llevarnos a nuestros compañeros de cuatro patas con nosotros. Pero, ¿sabemos cómo hacerlo de forma segura?

Tanto si optamos por el coche, como si lo hacemos en tren, avión o barco, es importante que prioricemos el bienestar de nuestros perros y gatos, especialmente de aquellos que no estén acostumbrados a salir del hogar o a largos viajes.

"Es muy importante priorizar su bienestar y seguridad en todo momento", afirma Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet, la red de clínicas veterinarias de Kiwoko. "Hay que tener en cuenta que se va a sacar al animal de su zona habitual de confort, lo que puede generar alguna situación de estrés o desconocimiento a nuestro peludo".

Ante cualquier duda, no debemos dudar en preguntar a un experto del mundo animal para que nos asesore en qué es lo más adecuado para nuestro peludo en particular. "Podemos hablar con nuestro veterinario de confianza y también con algún experto en una tienda especializada", recomienda Ramírez.

Si viajamos por tierra

Si optamos por viajar en coche o tren, lo primero que debemos pensar es en el espacio que se destinará para el animal durante el trayecto (tanto si escogemos coche o tren). Por lo general, un transportín suele ser una opción recomendada por los expertos y, de hecho, es la forma más utilizada de viajar con animales de compañía ya que, a parte de brindar seguridad a los peludos, en algunos casos su uso también es obligatorio.

Para utilizar el transportín durante nuestro viaje, lo ideal es que tanto nuestro perro, como nuestro gato, ya conozcan este accesorio, así evitaremos sumar estreses a esta nueva situación. Para ello, tan solo necesitamos dejarlo a en cualquier lugar a su alcance, sin cerrarlo y poniendo algún premio (una chuche o juguete) dentro, para que el animal entre a por ello y, poco a poco, se acostumbre a ese nuevo espacio.

La elección de un transportín adecuado también es muy importante ya que debemos considerar el tamaño y el material del mismo, de acuerdo con cada peludo y sus necesidades. "Lo más importante es que permite siempre una buena ventilación y sujeción del animal", apunta Ramírez.

Un perro viajando en coche

Además, en el caso de viajar en tren, el peso es decisivo para los precios y condiciones de los billetes: en los trenes AVE y larga distancia, los animales de compañía que no pesen más de 10 kilos viajarán con su propio billete y no ocupan plaza; mientras que en los de media distancia deben ir en transportín, aunque no ocupan plaza.

Sin embargo, en el caso de los peludos de entre 10 y 40 kilos, el servicio solo está habilitado en algunos trayectos de destinos como Madrid, Barcelona o Málaga, viajando el perro en el asiento del pasajero, sin transportín y con la entrega de un kit de viaje.

En cualquier caso, es recomendable realizar trayectos cortos y, en caso de que sean largos, intentar hacer paradas para que el animal puede mover sus patas, hidratarse o hacer sus necesidades fisiológicas en caso de que lo necesite.

¿Y si viajamos en avión o barco?

Como los trayectos en aviones y barcos suelen ser más largos (en general), asegurar el bienestar y seguridad de nuestros compañeros peludos también puede ser un poco más complejo, dependiendo, sobre todo, de los requisitos de la empresa de transporte. Para viajar en barco o avión con nuestros peludos es importante tener en cuenta aspectos como pasaportes veterinarios, microchips, vacunas y el peso del animal.

El tamaño del animal vuelve a ser una pieza clave ya que, si son perros grandes (excepto si son de asistencia) tendrán que volar en la bodega; mientras que si pesan 8 kilos (con transportín incluido), sí está permitido que viajen junto a sus tutores. En el primer caso, es fundamental contar con un transportín resistente, impermeable y adaptado al tamaño del animal para garantizar su seguridad.

También, tanto si viajamos por aire, como por mal, es fundamental tener a mano medicación para el mareo y los nervios (la cual podemos pedir a nuestro veterinario de confianza antes del viaje), bozales, cobijas, snacks, juguetes, pañitos, arnés y correa, además de ponerles pañales en el caso de viajes largos.

Un pero montando en un coche

En el caso concreto de los barcos, es importante saber que los cruceros, generalmente, no permiten animales de compañía pero que, para trayectos concretos, sí suele haber opciones, aunque, por supuesto con sus respectivas normas: los animales deben llevar bozal, suelen viajar en cubierta, en lugares protegidos de la lluvia y el frío, y se permite a sus dueños hacerles compañía una vez en trayectos de cuatro horas y dos, en trayectos más largos.

"Además, conviene señalar que, una vez en el destino, puede darse la posibilidad de que algunos servicios de transporte como taxis o servicios de aplicaciones no admitan animales de compañía", advierte Ramírez. "En cuyos casos, ayudará reservar previamente el traslado o informar a la entidad de la presencia de un animal".

En resumen, es fundamente prever cualquier circunstancia, reservar todo con antelación y, contactar tanto a las empresas de transporte que vayamos a utilizar, como al hotel, para asegurarnos de que todo salga bien y no nos tengamos que topar con ninguna complicación.

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