Mi gato se hace pis fuera del arenero, ¿qué hago?

Mi gato se hace pis fuera del arenero, ¿qué hago?
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La convivencia con nuestros gatos puede ser sencilla siempre que les respetemos como los animales que son, permitiéndoles tener sus propios espacios en casa, sus momentos de soledad si así lo desean, y proporcionándole todo el enriquecimiento ambiental necesario para que crezcan felices y establezcan un vínculo fuerte con nosotros.

Sin embargo, en toda convivencia hay momentos de tensión y, sin duda, uno de los problemas que más molestan y perturban a los tutores de estos mininos es el tema de los pises indeseados en lugares poco convenientes.

No obstante, son varios los motivos que pueden llevar a un gato a no hacer pis en su arenero. Debemos de parte de la premisa de que son animales de costumbres y rutinas, además de muy pulcros, por lo que, si nuestro gato no utiliza su arenero es que algo no va bien.

Los motivos más comunes para que un gato deje de utilizar su "aseo personal" son las enfermedades urinarias, un mal estado de la arena, la localización de la caja o arenero, el estrés y el marcaje. Vamos a ver qué podemos hacer en cada caso para que nuestro minino vuelva a su rutina.

Descartar enfermedades urinarias

Entre los motivos que pueden llevar a un gato a hacer pis fuera del arenero, lo primero que debemos hacer es descartar que tengan cualquier problema de salud. En gatos es común encontrarse con casos de infección de orina, lo que puede ocasionar que no hagan uso del arenero e incluso que tengan escapen en sitios donde jamás habrían orinado antes.

Por este motivo, lo primero que debemos hacer es acudir a nuestros veterinario de confianza para realizar unos análisis y descartar este tipo de problemas. De tener una infección, solo tendremos que proporcionarles los antibióticos que nos recete el experto en su salud y esperar a que hagan efecto.

Gato en el veterinario

La arena no está todo lo limpia que debería

Las infecciones de orina normalmente vienen originadas por un inadecuado mantenimiento del arenero. Dependiendo de la arena que utilicemos, la frecuencia con que tendremos que limpiar ésta es diferente (por ejemplo, las aglomeradas suelen durar mucho más limpias que las de granitos de arena).

De hecho, si la arena no está todo lo limpia que a nuestro gato le gustaría (aquí hay un factor subjetivo y relativo a nuestro minino, que es quién decidirá cuando está demasiado sucia), no hará uso del arenero y se limitará a buscar otro lugar en la casa donde hacer sus necesidades.

Para solucionar este problema, solo tendremos que asegurarnos de que mantenemos una buena higiene en su caja o arenero, recogiendo sus excrementos a diario y cambiando la arena el tiempo recomendado y especificado en los sacos de cada tipo de arena.

El arenero no está en buen lugar

¿Verdad que a nadie se le ocurriría poner la taza del váter en el sitio donde comemos? Los gatos también tienen preferencias a la hora de escoger dónde hacen sus necesidades. Un error común que cometemos con nuestros felinos es el de colocar el arenero en la cocina, junto a sus cuencos de comida y agua y, en algunas ocasiones, esto puede derivar en que el gato no lo utilice.

Tampoco es recomendable que coloquemos su caja de arena en lugares con mucho ruido o donde haya siempre gente, descartando así el salón de cualquier hogar, por ejemplo. De hecho, lo ideal es que lo coloquemos en el baño, un lugar más tranquilo, donde se sientan cómodos y al que puedan acudir siempre que lo necesiten.

Un gato en un baño

¿Puede que esté estresado?

Sí. Los gatos tienen estrés. Como ya he dicho, nuestros mininos son animales de costumbres a los cuales les gusta tener el control de lo que les rodea. Los cambios de mobiliario o de vivienda, los ruidos fuertes y las visitas constantes pueden provocar que se estresen y, por lo tanto, que dejen de utilizar su arenero.

De hecho, ante la falta de control de la situación comenzarán a marcar el territorio meándose en diferentes zonas ya que su orina contiene feromonas, las cuales utilizan para reconocerse entre ellos y sus territorios (ya que, recordemos, que el antecesor del que vienen nuestros gatos domésticos era el Felis Silvestris, un solitario cazador).

En estas situaciones, siempre que nos sea posible debemos intentar que los cambios que hagamos en casa sean progresivos, para que no afecten al gato de manera repentina y se sientan inseguros en nuestra propia casa.

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