Aunque siempre que escuchamos hablar de las garrapatas pensamos más en perros que en gatos, lo cierto es que nuestros mininos también pueden ser víctimas de estos parásitos y tener problemas de piel o complicaciones mayores como consecuencia de la mordedura de éstas. ¿Sabes cómo identificarlas, prevenirlas y tratarlas?
"Las garrapatas son un tipo de parásito que puede afectar a diferentes especies animales. En el caso de los gatos, se adhieren a su piel, alimentándose de la sangre del felino y pudiendo ocasionar y transmitir diferentes enfermedades", expresan los expertos de AniCura en el blog de la red de clínicas veterinarias.
Al igual que ocurre con los perros, estos parásitos se quedan enganchados a la piel del animal y, si portan algún tipo de enfermedad, se la pueden llegar a transmitir, de ahí que sea muy importante encontrarlas pronto y retirarlas de forma segura.
Pero, ¿cómo podemos saber si nuestro gato está infestado de garrapatas? Especialmente si nuestro gato convive con perros o si tiene acceso al exterior, es importante revisarles de vez en cuando, además de mantener un adecuado cepillado (que puede retirar estos parásitos si aún no han mordido la piel de nuestro minino).
Pasos para identificar y extraer una garrapata
"La pérdida de apetito, el rascado continuo y unas décimas de fiebre pueden denotar la presencia de garrapatas", detallas desde AniCura. "En caso de detectar una o varias, debemos seguir una serie de pasos para eliminarlas y no provocar mayores problemas de salud al animal".
Lo primero es encontrar la garrapata (o garrapatas). "En ocasiones puede ser localizada a simple vista, pero en otras será necesario identificarla a través del tacto", explican. "Palpa el cuerpo del gato y detente para analizar más exhaustivamente en caso de encontrar una especie de bulto pequeño en la piel".
Si encontramos uno de estos parásitos, es importante que no nos pongamos nerviosos y mantengamos la calma, de hecho, es fundamental que no intentemos quitárselas de cualquier forma, ya que podríamos hacerle daño a nuestro pequeño peludo.
"Lo más recomendable es acudir al veterinario", afirman desde AniCura. No obstante, también se pueden extraer de forma casera con unas pinzas o pequeñas tenazas. "Deberás agarrar la garrapata con las pinzas por la parte más pegada a la piel del felino y una vez atrapada, ejercer una fuerza hacia fuera de manera continuada."
Es muy importante asegurarse de que hemos extraído el parásito por completo y que no queda ninguna parte del mismo en la piel de nuestro gato. Por eso y, ante para prevenir cualquier tipo de enfermedad que le haya podido transmitir y evitar infecciones producidas por la mordedura, es recomendable acudir igualmente al veterinario.
¿Y si las garrapatas se reproducen?
Otro de los motivos por lo que deberíamos acudir al especialista es la posible presencia de huevos de garrapatas. "Este tipo de parásito puede ser portador de graves enfermedades para el animal, por lo que debe ser controlado no solo cuando el parásito se encuentra en edad adulta, también en su ciclo joven e incluso a sus huevos" advierten los veterinarios de AniCura.
"Además, las garrapatas son arácnidos con un ciclo de vida más largo que las pulgas y que pueden poner miles de huevos cada vez", añaden. "Estos huevos pueden adentrarse en el ciclo sanguíneo del animal y provocar graves complicaciones o problemas de salud".
Entre los posibles problemas de salud que pueden traer consigo las garrapatas, la enfermedad de Lyme, fiebre alta, las disfuncionalidades neurológicas y los fallos en algunos órganos como los riñones, son algunas de las más graves.
"Aunque no siempre las garrapatas son portadoras de enfermedades, es necesario observarlas, no bajar la guardia, proteger al animal y acudir al veterinario ante la mínima sospecha de dichos parásitos", concluyen los expertos de AniCura.
Los antiparasitarios, nuestros grandes aliados
Lo mejor que podemos hacer para evitar cualquier problema con garrapatas u otros parásitos es prevenir su aparición con antiparasitarios (especialmente si nuestro minino tiene acceso a un jardín o al exterior).
Existes pipetas que podemos administrarles de forma regular (siempre de la mano de un veterinario), espráis que funcionan igual que las pipetas o incluso collares que desprenden el principio activo de manera continua (como los que solemos ponerles a los perros).
De esta forma evitaremos que se infesten de cualquier tipo de parásito y que, por consecuencia, contraigan enfermedades peligrosas que pongan en riesgo su salud.