Si convives con un gato, quizá hayas notado que, cuando come, tu colega felino se deja comida en los laterales. O sea, mientras el centro del plato se vacía, el gato evita comer en los bordes. No es una manía, ni debes preocuparte más de la cuenta como si fuese un comportamiento extraño, tiene explicación y puedes solucionarlo relativamente rápido.
La clave está en sus bigotes
La respuesta a esta curiosa conducta está en las vibrisas, como se conoce de forma técnica a los bigotes y cejas de los gatos, que son pelos gruesos y relativamente rígidos que los felinos tienen en la cara.
La función de las vibrisas es detectar cambios en el contexto del animal (ambiente) y, sobre todo, calcular el tamaño y las distancias de los objetos en relación con su propio cuerpo. Son apéndices muy sensibles al tacto, e incluso ¡pueden chivarle si la comida está caliente o fría!
En la naturaleza, las vibrisas son básicas para que los gatos puedan moverse con soltura en entornos oscuros e incluso detectar presas potenciales, como insectos o roedores. Y si te lo estás preguntando: ¡por nada en el mundo deberíamos estirar o recortar estos "bigotes"!
El misterio del plato con comida en los extremos
Pero ¿cuál es el problema? A grandes rasgos, cuando los gatos se acercan demasiado a los bordes de un cuenco o bol, pueden generar incomodidad debido al contacto de la vibrisas con los extremos. Así, en platos pequeños, es probable que el gato evite los laterales, mientras que en boles o cuencos, puede llegar a frustrarse por tener que elegir entre comer con incomodidad o no comer (lo cual no es viable, si no tiene otras opciones).
La solución es igual de simple que el problema (una vez hemos entendido el porqué, claro). Resulta básico ofrecer platos anchos para evitar que las vibrisas entren en contacto con los bordes. A menudo, esto supone escoger cuencos más grandes, ya que nos estaremos fijando en lo que de verdad nos interesa (la longitud y tamaño de las vibrisas) y no en aspectos secundarios (que quepa la cabeza del animal). Así, los gatos pueden comer con comodidad y sin molestias.
Si tu gato sigue negándose a comer, o le observas cierta incomodidad, vale la pena que evalúes su dieta: ¿está comiendo opciones altas en proteínas? ¿Se alimenta únicamente de pienso, o también de comida húmeda?
Comida húmeda y semihúmeda
Los gatos caseros que solo consumen pienso, pueden no ingerir toda el agua que necesitan. En estos casos, vale la pena incluir puntos de agua (las fuentes que mueven el agua a través de un circuito son perfectas para incitar a los felinos a hidratarse más), comida húmeda varias veces por semana e incluso premios y alimentos con diferentes texturas y sabores: húmedos o semihúmedos, siempre que sea posible.
Si prefieres no invertir en una fuente, vale la pena que tus gatos tengan varios puntos con agua fresca en casa y que la cambies con regularidad. De este modo, las opciones de que beban serán mucho más altas.
En resumen, los gatos prefieren la comida del centro del plato para evitar que las vibrisas entren en contacto con los bordes y les provoquen molestias. Solucionar esto es tan sencillo como ofrecer platos anchos que liberen sus vibrisas. Aun así, cada gato es único, y es posible que una ligera incomodidad de la que ni te habías dado cuenta con tus otros felinos, esté haciendo la vida imposible al gato que convive ahora contigo. Si es así, ¡ojalá estos consejos te ayuden a personalizar la rutina de tu gato y a mejorar vuestro día a día!