Los perros mestizos son el resultado del cruce de varias razas o de otros perros mestizos. El mestizaje favorece la salud genética, ya que estos perros poseen una combinación de variantes genéticas que les podría predisponer menos a enfermedades recesivas o vinculadas a una línea genética concreta (raza).
El auge de los perros de raza, no obstante, ha supuesto que muchos perros mestizos cuenten con una tendencia muy marcada hacia la selección genética de alguno de los padres: perros de pastoreo, guarda, terriers... Por ello, es posible que, para ofrecerle una vida equilibrada y feliz, te interese conocer qué mezcla de perros viven dentro del tuyo.
Por qué nos interesa saber la raza
Si ampliamos un poco la idea anterior, imagínate a un perro mestizo que se ha cruzado a lo largo de tres o cuatro generaciones con otros mestizos frente a otro, cuyos padres son un pastor alemán y un pastor belga. Como sabrás, la selección genética del primer perro estará mucho menos limitada que la segunda, que viene directamente de dos perros especialistas para trabajo.
Asimismo, cuando se trata de cruces de perros de caza, como un galgo o un podenco, por ejemplo, terriers con una fuerte mordida o perros ovejeros con un marcado acecho, todo esto nos puede interesar para ofrecer actividades adecuadas para ellos. Y dicho esto, vamos a ver cómo podemos saberlo...
Características físicas
El aspecto físico no suele engañar. Los principales rasgos que te ayudarán a identificar a un perro serán su tamaño, orejas, pelaje, hocico y la forma del cráneo. Así, por ejemplo, los orejas de un perro pastor o la forma de la cabeza de un pitbull o un amstaff (american staffordshire terrier) deberían darte algunos datos del origen de tu perro.
Para esto, las guías de raza de la Federación Cinológica Internacional (FCI) pueden serte de ayuda para identificar qué razas comparten algunos de los rasgos físicos de tu perro mestizo.
Las dimensiones de tu perro (tamaño)
¿Cuál es el tamaño y el peso de tu perro? Dicho de otro modo: de padres chihuahua, no nacen hijos mastines. Por esta razón, el tamaño es un buen truco para limitar las posibilidades, si bien hay que tener presente que los animales de un tamaño intermedio pueden ser más difíciles de identificar y clasificar y, sobre todo, que hay cruces inesperados entre perros de distinto tamaño... Un perro pequeño no podrá cruzarse con un mastín, pero hay perros medianos muy... creativos.
Aunque no hay una única clasificación, la más habitual suele ser:
- Perros "toy" y pequeños (hasta 5 kilos), que resultan relativamente fáciles de identificar: pekinés, pinscher y minipinscher, pomerania, yorkshire, carlinos, chihuahuas, caniches.
- Perros medianos (hasta los 20 kilos, aproximadamente), que suelen incluir un gran número de razas: se suma el problema de que pueden ser cruces entre perros pequeños y medianos, o medianos y grandes
- Perros grandes (20-40 kilos), donde habría mestizos de razas como los pastores, labradores, border collies, bracos, setters y muchos más.
- Perros gigantes (más de 40-45 kilos): mastines, dogos, sanbernardos, Gran Pirineo, gran danés...
Una vez restrinjas las razas de sus padres, podrás empezar a contrastar el tamaño con otros indicadores, como el color, el pelaje o ciertas características físicas, como la forma del hocico o de las orejas.
La cara: tipo de cráneo, hocico, orejas, pelo
El tipo de hocico y las orejas son dos indicadores claros de qué razas pueden haber sido los progenitores de tu perro. Puedes buscar qué perros tienen el hocico achatado (bulldog, carlinos, boxers...), corto o alargado.
Asimismo, si te fijas, un bull terrier y un pastor alemán tienen el hocico alargado, pero las diferencias entre ambos son evidentes. En lo que se refiere al tipo de cabeza o las orejas, ocurre lo mismo y te permitirá tener más datos para ir "restringiendo" las posibilidades.
Por último, el tipo de pelaje es un indicador importante, aunque no tan fácil de identificar; la FCI señala cuatro tipos:
- Largo (más de 6 cm, como los cocker, shih tzu, collie, alsaciano)
- Corto (menos de 4 centímetros, como el border collie o el pastor alemán)
- Duro, como el de un airdale, schnauzer, basset hound o bobtail
- Rizado, como el cocker spaniel inglés, el retriever de pelo rizado o el perro de agua español
Carácter, instinto, energía
Como indicador final, si no recurrimos a test genéticos, contamos con el carácter y la energía del perro. Perros con gran predisposición a cobrar objetos (cogerlos y llevarlos en la boca), probablemente tengan ancestros retrievers, como el labrador, mientras que un perro que persigue pelotas o a otros animales con facilidad, puede estar cruzado con un terrier o un perro especialista para la caza, como el galgo.
La energía es un claro indicador también: ¿es nuestro perro muy activo? ¿O todo lo contrario? Aunque a menudo puede relacionarse con el tamaño, esto no es cien por cien cierto, puesto que un Jack Russell es un perro pequeño, pero muy enérgico, y un rottweiler o un caniche gigante serán muy activos.
Test genético, una buena opción complementaria
Desde hace unos años, los test genéticos pueden ayudarnos a salir de dudas. Son una prueba sencilla y nada invasiva (se realiza con una muestra de saliva del perro) cuyo precio no suele superar los 100 euros.
Hay varias razones por las que un test puede ser interesante:
- Por un lado, sabremos qué cruce de razas lleva nuestro mestizo y, de este modo, podremos adaptar su rutina mejor (si bien, debemos tener presente que los gustos del individuo siempre serán más importantes)
- Por el otro, sabremos qué predisposición presente a enfermedades hereditarias, lo que nos permitirá ofrecer un mejor control sanitario
En cualquier caso, nuestro objetivo, debe ser poder leer mejor el comportamiento de nuestro perro y encontrar métodos educativos (amables) más efectivos, amén de descartar enfermedades.
Si no conseguimos ningún resultado definitivo, ten presente que no tiene tanta importancia como pueda parecer, al fin y al cabo, lo mejor de tu perro mestizo es que es único e inigualable en el mundo entero. Y eso no es poco.