Como hemos ido desglosando estos días, la nueva Ley de Protección Animal llega con obligaciones y prohibiciones que trataran de conseguir la tenencia responsable de las familias españolas con animales en todas las facetas de la vida diaria.
Entre muchos otros aspectos, la ley pone el foco en la tenencia responsable y en la prohibición, ya explícita, de dejar animales dentro de un coche y sin supervisión o no tener presente el bienestar de los animales en un vehículo.
Dejar a tu perro en el coche ya era ilegal
Pese a que todavía es una práctica (minoritaria), hay que señalar que dejar a tu perro en un vehículo cerrado sin ventilación es ilegal. Hasta la fecha, no existía una ley explícita sobre dejar al perro en el coche sin supervisión, pero el artículo 337 del Código Penal:
El artículo 337 del Código Penal, castiga a el que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual, a un animal doméstico o amansado.
De este modo, al considerar maltrato cualquier trato que pueda afectar a la salud de un animal doméstico o provocar lesiones, se establecían penas de 3 meses hasta los 12 meses de prisión y, si fallecía, hasta los 18 meses de prisión.
Sin embargo, con la nueva ley, el cambio más evidente es que sí se establece una prohibición explícita en uno de los apartados del punto 2, artículo 24, que dice así:
No dejarlos solos dentro de vehículos cerrados, expuestos a condiciones térmicas o de cualquier otra índole que puedan poner su vida en peligro
Además, incluso en coches particulares se exigirá climatización y ventilación adecuada para los animales que viajen con nosotros, según el artículo 67 (Condiciones generales de transporte).
c) Que el medio de transporte o contenedor, incluso si se trata de vehículo particular, dispongan de un sistema de climatización y ventilación a efectos de mantener a los animales dentro de su rango de confort, disponiendo los contenedores de manera que todos los ejemplares dispongan de las mismas condiciones climáticas y de ventilación. Los medios deben ser adecuados en función de la especie, tamaño y necesidades fisiológicas del animal, disponiendo de espacio suficiente para evitar el hacinamiento, garantizando la seguridad vial y la seguridad de los animales durante su transporte.
Es peligroso durante todo el año
Si bien relacionamos los golpes de calor con el verano, estudios como el de la Universidad de Nottingham Trent y revistas veterinarias como la Today's Veterinary Practice han demostrado que el riesgo existe todo el año.
Por descontado, durante los meses más cálidos el peligro es mayor, pero la conclusión de los estudios realizados hasta la fecha es que, todo el año, la temperatura de un coche puede superar los 25 grados, mientras que los animales domésticos (perros, gatos) se encontrarán cómodos entre los 15 y los 25. A todo ello, queda sumar problemas concretos en perros braquicéfalos (bóxers, carlinos, bulldogs) para los que el riesgo aún es mayor.
La siguiente tabla (creada por Tienda Animal) nos puede dar una idea rápida del peligro constante y rapidísimo que supone dejar a un animal (o a un bebé) dentro de un coche. Nuestros compañeros de Motorpasión ofrecen aqu´í una explicación más detallada de cómo evoluciona la temperatura que además aclara que dejar una rendija abierta en las ventanillas no soluciona ni aminora el riesgo.
Ahora, la ley actúa (actuará)
La Guardia Civil lleva varios años insistiendo en la seguridad de las familias que viajan con animales. Tanto por el bienestar del conductor y de los ocupantes (incluido el perro o gato) como para evitar que las compañías aseguradoras puedan desentenderse en caso de accidente.
La realidad, no obstante, es que las multas por no llevar a un animal sujeto adecuadamente o en transportín eran de 80 euros, y ascendían hasta los 200 euros si el perro invadía el espacio del conductor, una infracción grave que, aun así, no suponía pérdida de puntos en el carnet.
Con la nueva Ley de Protección Animal, en cambio, las infracciones leves supondrán un mínimo de 500 euros de sanción y podrán ascender a varios miles (hasta los 10.000 euros), mientras que aquellas graves o muy graves podrán incrementarse entre los 10.001 a los 200.000 euros.
Una ley más estricta para no lamentar las pérdidas
Por desgracia, tanto los casos de accidentes como las negligencias con pronóstico grave o mortal (como este caso, que ocurrió en Parres hace unas semanas, o este otro en Fuenlabrada hace unos años, se suman a una larga y triste lista de casos). La nueva ley muestra una realidad clara: muchas personas siguen sin ser conscientes del peligro de viajar con animales sueltos en un vehículo o dejarlos encerrados sin supervisión en un coche.
Se entiende, además, que la ley actuará rápido tanto en los rescates como en las sanciones, puesto que, hasta la fecha, la policía aconsejaba contactar con las autoridades y emergencias, pero esperar la llegada de los agentes. Si actuábamos motu proprio (por ejemplo, rompiendo una ventanilla) podríamos ser juzgados por un delito contra la propiedad ajena.
En resumen, de igual modo que otras multas y sanciones que llegan para asegurar una tenencia responsable, se vuelve de obligado cumplimiento algo que, en este caso, ya lo era, pero que, por desgracia, al no contar con una legislación específica y unas sanciones relevantes, sigue sucediendo. Ahora, nos queda por ver si las nuevas medidas serán eficaces.