Las 'red flags' que indican que una persona no está preparada para adoptar a un perro

Las 'red flags' que indican que una persona no está preparada para adoptar a un perro
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Resulta igual de importante tener claro por qué y cuándo queremos adoptar a un perro como entender que ahora no es la mejor época o no estamos preparados para dar el paso.

Adoptar a un perro puede ser una experiencia maravillosa o un gran error del que tendrás que responsabilizarte durante diez o quince años. Por esto, es importante encontrar el momento adecuado y las razones correctas.

Me falta tiempo o mi rutina es muy rígida

El perro es un animal social que, hasta hace unas décadas, pasaba el 99 % del tiempo con su familia. Hoy día, si no teletrabajas o tu oficina es pet-friendly resulta difícil moverte de arriba para abajo con tu peludo a todas horas. Sin embargo, sí es necesario que puedas incluirlo en gran parte de tu rutina diaria: tiempo juntos, juego, paseos, entradas y salidas...

Si tu trabajo te ocupa gran parte del día, tienes unos horarios muy variables o no estás dispuesto a adaptar tu rutina a las necesidades de tu perro, quizá adoptar no sea una gran idea en esta época de tu vida.

¡Quiero adoptar a ese perro gua-pí-si-mo!

Como educador canino, llevo muchos años viendo perros de raza en familias en las que no encajan en absoluto. Pastores alemanes, malinois, border collies, podencos... con personas que se enamoraron de una raza y les resulta imposible ofrecer al perro el tiempo y la dedicación que este necesita.

Lo mismo puede ocurrir con perros mestizos: nos encanta el aspecto de un perro  de la protectora y, pese a las advertencias de los voluntarios y trabajadores, metemos en casa a un animal con unas necesidades especiales de conducta o una energía que no encaja en absoluto con la nuestra. Como advertencia, no te dejes llevar por la estética para decidir algo tan importante.

Red Flags Adoptar Perro

No tengo trabajo o recursos económicos suficientes, pero...

Un perro supone un gasto mensual fijo y, probablemente, también variable según los imprevistos: enfermedades, lesiones, accidentes... En España, el coste medio para mantener un perro varía entre los 900 y los 1.400 euros al año; además, debemos prever que, en breve, habrá que sumar un seguro de responsabilidad civil, así como otros gastos derivados de intervenciones fáciles de prever, como la esterilización, y otras que no son previsibles.

Resulta triste querer un perro y no poder convivir con él o ella, pero es todavía peor no contar con los recursos económicos para poder compartir esa vida que te gustaría. La mejor opción, en este caso, es esperar a tener un puesto laboral fijo o unos ingresos suficientes.

Quiero al perro para hacer feliz a...

Quiero adoptar al perro para hacer feliz a mi pareja, que mis hijos sean más responsables, como apoyo emocional en los días malos, para obligarme a salir a correr todas las mañanas...

Ninguna de esas opciones es un argumento que nos vaya a aguantar a medio o largo plazo, por lo que tenemos que ser conscientes de que, aunque al perro no le guste salir a correr, no sea cariñoso o tus hijos se desentiendan, ese animal habrá llegado a un hogar para quedarse y ser un miembro más de la familia. Por lo tanto, asumir que llega con un único objetivo, a menudo suele caer por su propio peso. ¡No lo hagas!

¡Es que me da mucha pena!

Por último, precipitarse o tomar una decisión impulsiva movida por la pena no suele acabar bien. En la mejor de las circunstancias, tras la adopción, te responsabilizarás y encontrarás grandes motivos para la vida en común. No obstante, puede salir muy, muy mal también, y no conseguir adaptaros a una convivencia, discutir con tu pareja o tu familia y ver cómo se tienen que modificar gran parte de tus planes.

En resumen, antes de adoptar asegúrate de que no te aparecen ninguna de estas red flags por delante. Recuerda:

  1. Tu rutina diaria debe encajar con las necesidades del perro
  2. No te estás dejando llevar por la estética del animal (como único punto)
  3. Cuentas con argumentos para la adopción que te aguantarán toda la vida
  4. Tienes recursos económicos suficientes para hacerte cargo de él o ella
  5. No te mueve la pena: es una decisión meditada

Si cumples todo lo anterior, no hay bandera roja que valga; en cambio, si no es así, lo mejor es que esperes un tiempo antes de plantearte adoptar a un perro.

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