Si queréis que volvamos a estar a gusto en un trabajo presencial, dejad que nos llevemos al perro

Si queréis que volvamos a estar a gusto en un trabajo presencial, dejad que nos llevemos al perro
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Con el confinamiento derivado del Covid-19 la vida se paró pero el trabajo no. Muchos españoles se acostumbraron a teletrabajar desde su casa. Sin embargo, después de la reentrada a la "nueva normalidad" y con gran parte de la población de vuelta en su puesto presencial, el conflicto está servido: mucha gente quiere volver a funcionar desde sus casas.

El teletrabajo tiene beneficios: permite más autonomía y flexibilidad, ayuda a reducir los costes de la empresa y está demostrado que mejora la motivación del personal. En la parte que nos atañe aquí, puedes pasar más tiempo con tus animales mientras te acompañan durante tu jornada laboral.

Es más, con la vuelta de los trabajadores a las oficinas y tras haberse acostumbrado a un entorno familiar en el que se les dedicaba mucho más tiempo, los perros fueron los más perjudicados con la nueva situación, con un aumento significativo de los casos de ansiedad por separación.

Incluso si no podemos volver a un modelo con predominancia de teletrabajo, ¿qué pasaría si dejásemos a nuestros perros entrar en la oficina? Algunas empresas ya lo hacen y las primeras impresiones apuntan a que es muy beneficioso para los trabajadores. De hecho, cada vez más empresas españolas están demandando más espacios dog-friendly, según informa la Real Sociedad Canina de España.

Las empresas que permiten la entrada de perros logran un ambiente más tolerante y solidario

Un estudio de Reino Unido que ha comparado más de 1.000 empresas, ha arrojado resultados muy positivos concluyendo que "la influencia positiva de la presencia de perros en la oficina beneficia directamente a los empresarios y a los empleados".

Consideran, de este modo, que los espacios laborales dog-friendly proporcionan muchas ventajas tanto a nivel psicológico de los propios empleados como a nivel de producción: "consiguen que el ambiente laboral sea más solidario, tolerante y respetuoso y también, estimula la productividad y la creatividad, reduciendo el estrés. En definitiva, favorecen el clima en el trabajo y en el caso de los animales de compañía ayuda a su socialización".

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En España actualmente solo en algunos lugares está permitida la entrada con perros: suelen ser establecimientos de restauración, hostelería y ocio.  La mayoría son privados y el dueño puede decidir si apostar por los animales o no.

En cuanto a los lugares públicos, cada vez son más los que apuestan por esta permisividad  pero depende, en su mayoría, de las propias normativas de las Comunidades Autónomas. Por ejemplo, aquí puedes consultar las playas españolas que admiten perros.

Consejos de la RSCE para llevar a los perros a las oficinas

Es obvio que si se permitiera llevar al perro a la oficina habría que acordar unas normas para no molestar a los demás compañeros. Algunas nos las va a dictar el sentido común, pero la Real Sociedad Canina de España propone cinco pautas concretas para que los espacios de trabajo con perros tengan un ambiente que genere beneficios en vez de conflicto:

1. Publicitar lo dog-friendly: es relevante que las empresas que apuesten por esta política lo comuniquen abiertamente de cara a todos los usuarios: el ‘open for dogs’ (abierto para perros) funciona.

2. Perros sí, pero con normas: hay que establecer una serie de normas para los perros y sus dueños, respetuosas con la higiene y salud en general.

3. La importancia de una buena educación: asegurarse de que el comportamiento del perro será el idóneo en un ambiente de trabajo es importante. La figura del criador responsable puede tener un rol clave.

4. Límites espaciales: igualmente, puede vetarse el acceso a determinadas zonas, si así lo considera la empresa, como zonas de reuniones u otras análogas. Cada lugar es diferente y su uso por parte del perro también. e) Pequeñas cosas para el disfrute: También es positivo contar con facilidades para los animales: boles para que puedan comer, tener disponible agua fresca, juegos y objetos con los que puedan jugar... El bienestar del perro, y por ende de los empleados, puede depender de pequeños detalles.

5. Zona exterior, si fuera posible: un espacio exterior, por mínimo que sea, haría las delicias de los perros, además de facilitar el que éstos hagan sus necesidades incomodando lo mínimo al personal y cliente.

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