¿Sabrías detectar si estás educando a tu perro con miedo y frustración? El 90% de los problemas de conducta salen de ahí

¿Sabrías detectar si estás educando a tu perro con miedo y frustración? El 90% de los problemas de conducta salen de ahí
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Hay dos grandes bloques emocionales en los perros. Por un lado, están aquellas respuestas (emocionales) vinculadas al miedo, como la inseguridad por ejemplo y, por el otro, las vinculadas a la frustración, como la ansiedad.

Si dijésemos que esas dos emociones básicas suponen el 90 % de los problemas de conducta en los perros estaríamos simplificando, pero tampoco mintiendo demasiado, y la experiencia práctica nos da la razón.

¿Qué son el miedo o la frustración?

Si te pones a buscar por la red, verás que hay un montón de contenido centrado en cómo solucionar, cómo evitar, etcétera, pero muy poco que te diga qué es el miedo o la frustración, ¿verdad?

Todo el mundo lo sabe, pero nadie te dará la misma definición. Eso tiene una explicación: el miedo o la frustración son etiquetas (constructos psicológicos, si te pones técnico) que nos sirven para entendernos.

Para este artículo, vamos a utilizar dos definiciones muy simples.

Podemos definir el miedo como...

un sentimiento de angustia provocada por la percepción de un peligro, pasado, presente o futuro y real o imaginario.

Y la frustración como...

el sentimiento que se produce cuando un ser vivo no logra alcanzar una expectativa para satisfacer una necesidad.

Convivir con el miedo...

En los perros, el miedo suele llevar a comportamientos muy vinculados a escapar o bloquearse (freezing).

Vamos a ver varios ejemplos.

Si centramos la educación de un animal en los castigos: si te haces pis, te grito o te asusto con un periódico, por ejemplo, el perro dejará de realizar esa conducta (o no, depende) por miedo a las consecuencias futuras.

El problema de trabajar con castigos es que son incompatibles con un vínculo sano y seguro para los animales. Cada vez que castigas a tu perro o a tu gato, ese animal añade un plus de inseguridad a su día.

Frustracion Perros Emocion Que Es

Si, además, no ofrecemos previsibilidad: es decir, hoy te riño porque te subes al sofá, pero mañana que he cobrado el sueldo, te dejo dormir encima, el animal no puede saber qué quieres, lo que vincularía miedo y frustración, algo mucho más común de lo que creemos.

En casa, los animales tienen un problema extra: las conductas de evitación (o huida) no son posibles. ¿Te has fijado todos esos perros que reaccionan cuando van atados a una correa, pero no cuando van sueltos? Es por la imposibilidad de huir o de coger distancia. Lo mismo ocurre en casa: si castigamos a un perro (o a un gato) e impedimos que huya, probablemente generemos respuestas reactivas o agresivas por su parte, ya que no estamos dejando ninguna salida al animal.

En cualquier caso, si te tienes que quedar con una frase: nadie quiere vivir con miedo y las conductas reactivas generan reactividad alrededor.

¿Qué ocurre con la frustración?

A su vez, la frustración en las familias con animales suele suceder por dos razones fundamentales:

  • No atendemos las necesidades físicas o psicológicas del animal (o sea, no puede cubrir sus expectativas básicas de vida, como pasear, jugar o realizar actividades propias de la especie)
  • Una situación rompe la relación entre la expectativa (por ejemplo, quiero saludar a un perro o hacer pis en un árbol) y la realidad (no me dejan, me riñen, pierdo distancia de correa...)

Mucha gente piensa que los animales deben tolerar lo que sucede de una forma básica o estándar, pero nada más lejos de la realidad. Cada perro, gato, hurón o caballo gestionará los estímulos (el mundo, lo que sucede y lo que hay en él) de formas muy distintas.

Influirá también:

  • La especie y la raza (genética)
  • Las experiencias que ha vivido (el historial: ¿qué ha aprendido)
  • Cómo es ese individuo y cuáles son sus capacidades

Un pastor alemán o un border collie, por ejemplo, nos pueden ofrecer cierta previsibilidad por su raza, pero no habrán vivido las mismas experiencias, ni tendrán una genética exacta ni habrán desarrollado capacidades idénticas. Por eso, cuando hablamos de tolerancia a la frustración debemos tener en cuenta todo lo que he explicado en estos párrafos.

Inseguridad Miedo En Perros Emociones

Todo lo anterior nos sirve para entender que, si nuestro perro (uso perro como genérico, ya te habrás dado cuenta) se frustra mucho en casa o en la calle, deberías intentar reducir aquellos elementos que producen estrés o ansiedad y encontrar alternativas que funcionen.

Te pongo varios ejemplos:

  1. Si tu perro tira mucho de la correa y se frustra, quizá deberías enseñarle a pasear con correas más largas primero; 
  2. Si no poder llegar a saludar a personas o perros le estresa, pero llega a toda velocidad o sin control, deberías buscar alternativas junto a un educador que le permitiesen llegar, pero de forma más controlada
  3. Si la rutina en casa le aburre y genera ansiedad, es posible que enriquecer con algunas actividades su día solucione parte del problema: en este caso, la frustración llega por la imposibilidad de cumplir una expectativa concreta

Asustar no es educar

Si tengo que darte dos consejos finales, apunta:

No bases nunca en el miedo la educación de tus animales; si han generado algún miedo, apóyate en profesionales para entender por qué realizan ciertas conductas (piensa que siempre será para evitar) y cómo deberías apoyar a tu peludo en esa situación.

La frustración no es más que una carencia comunicativa: entre un animal y el mundo (quiere conseguir o evitar algo y no sabe qué puede hacer para obtener ese resultado) o entre vosotros. Cuando sepa que puede contar contigo, mejorará vuestro vínculo, la tolerancia ante este tipo de emociones, e incluso la seguridad que proyectará tu perro, gato o animal con el que convivas.

A menudo, las emociones de miedo y frustración se vinculan, complicando mucho la convivencia. En estos casos, te recomendaría acudir a expertos en conducta animal, como son los etólogos y los educadores.

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