El yorkshire terrier no siempre tuvo la fama que le precede. La raza es original de Yorkshire —de ahí, el nombre—, una región del norte de Inglaterra y, aunque no se conocen detalles exactos de la cría, se considera que sus antepasados vinieron de Escocia junto a trabajadores de los molinos y las fábricas de lana y algodón.
Sí sabemos que el yorkshire surge del cruce del paisley terrier, el waterside terrier y el clydesdale terrier. Hay criadores que afirman que es posible que tenga genes de maltés también. Como la raza empieza a criarse en Escocia y es seleccionada, progresivamente, en Yorkshire, nos faltan datos hasta el primer ejemplar de la raza: Huddersfield Ben, en 1870. Lo que está claro es que se trata de un terrier de pura cepa, como vamos a ver.
Cómo son los yorkshire terrier
El yorkshire es un perro con una esperanza de vida muy larga (15-20 años), familiar, sociable y con verdadero carácter de terrier —territorial, valiente, entregado y bastante ladrador—, que muchas veces se sobreprotege sin necesidad y al que no se le da la educación que requiere.
En parte, se debe a que es un perro pequeño: de media, 3,2 kg, si bien los cruces "tea cup" o "toy", tienen una esperanza de vida mucho menor y no te recomendamos adquirirlo y favorecer su cría. En origen, el perro era más grande y similar a otros terriers, como el West Highland white terrier, pero la cría selectiva para la vida familiar ha modificado su aspecto.
El yorkshire puede mostrar distintas tonalidades entre el marrón, el gris y el negro, así como su característico manto fuego y azul acero. El pelo, si se cuida adecuadamente, suele ser brillante y sedoso; por norma, la cabeza y las extremidades mantienen un pelaje más claro que el pelo del resto del cuerpo, que suele ser más oscuro. Los ojos de este terrier son medianos, marrones y el hocico no es excesivamente largo, con la trufa negra. Su cola es de una longitud media.
Comportamiento del yorkshire
El principal problema del yorkshire es el que comparte con otros perros de raza pequeña. Muchas familias se olvidan de que ese perro que demanda atención y es tan sociable, tiene la valentía, el temperamento y la genética de un perro guardián (el ladrido del terrier está muy relacionado con su valor y selección como "perro vigilante") .
No es extraño, pues, que muchos yorkshire terrier se conviertan en perros "caprichosos", muy ladradores, que protegen objetos, personas o espacios en la casa. Dicho de otro modo, animales que no tienen una estructura clara para la convivencia y que adoptan un rol equivocado dentro del grupo.
Pese a su tamaño, debemos recordar que el yorkshire es sociable, activo —se ha utilizado durante cientos de años para la caza de roedores— y necesita ejercicio y estimulación mental adaptados a su tamaño. No es un border collie, pero tampoco es un perrito faldero. Por lo tanto, si convivimos con un yorkshire, debemos educar y marcar límites adecuados, así como socializar de forma adaptada con perros y personas, para evitar perros miedosos y reactivos.
Cuidados del yorkshire
Del yorkie, destaca el rápido metabolismo de la raza. Es preferible dividir las tomas de comida durante el día y aportar comida de alto valor nutricional.
Son perros que aprenden y se socializan sin demasiado esfuerzo, lo que es una gran ventaja, pero sí requieren más rutinas de higiene que otras razas, por lo que es interesante acostumbrarles desde pequeños a las caricias y manipulaciones, asociadas siempre con premios: levantarlos, cepillarlos, limpiar sus dientes...
Como perro pequeño, las uñas, el baño y el cepillado suelen ser más importantes, puesto que están en contacto casi directo con el suelo. Además, al tener el pelo largo, puede resultar molesto en los ojos o dificultar la visión: de ahí, los famosos "recogidos" o las visitas a la peluquería, que siempre deben ser positivas y adaptadas al carácter del animal.
La dentición de los yorkies también requiere mayor atención: suelen acumular sarro dental, como otras razas pequeñas y requieren de un mantenimiento con cepillado en casa o limpiezas bucales en el veterinario. En cualquier caso, esto es particularmente importante por su larga esperanza de vida, así como porque sus piezas son más pequeñas: un alimento adaptado será una gran idea, sigas la dieta que sigas con él o ella.
Problemas de salud
Entre las patologías más habituales, las luxaciones de rótula y las dislocaciones de tibia están muy relacionadas con un mal manejo. Debemos ser conscientes de su tamaño, lo que también lo hace más proclive a hernias de disco en la columna vertebral.
Otros problemas de salud están relacionados con problemas cardíacos, respiratorios y digestivos, pues su estómago es bastante delicado. Un control veterinario preventivo vale la pena, debido a que, por su tamaño, sufrirá más la anestesia que otras razas de perro grande: algo que debemos tener presente, sobre todo, a partir de ciertas edades.
Claves para adoptar a un yorkshire
El yorkshire encaja en casi cualquier casa gracias a su tamaño, necesidades y sociabilidad. Sí debemos tener presente que, pese a sus dimensiones, no es un perro de sofá: necesita salir, socializar, estar con otros perros y personas.
Debe ser parte activa de la familia y, sobre todo, poder cubrir unos mínimos físicos y emocionales. Si adoptamos, tengamos muy presente cómo es el carácter del animal —dejémonos asesorar—, en qué tipo de casa va a ser acogido y cómo vamos a encajar nuestra rutina con la del yorkshire.
No hay ningún problema en integrar el yorkshire en la vivienda de personas de mediana edad, e incluso durante la tercera edad, pero sí que debemos tener presente tanto su esperanza de vida como su carácter de terrier. Si no se va a dar una educación adecuada (que no se traduce en estricta o violenta, en ningún caso), el yorkie puede convertirse en un pequeño tirano, lo que será negativo para el animal, y para las personas.
Qué dice la Ley de Protección Animal
Con respecto a la Ley de Protección Animal, no hay grandes cambios con el yorkshire. Deberá cumplir las mismas normas que el resto de perros y, a partir de 2023, todas las familias con perro deberán realizar el curso obligatorio de tenencia y contar con un seguro de responsabilidad civil.
Por lo demás, realicemos compras y, sobre todo, adopciones responsables para evitar problemas de conducta, tan habituales en chihuahuas, yorkies y otras razas de pequeño tamaño, porque son perros fantásticos, con muchísimo potencial y encajarán en casi cualquier casa.