Cinco mujeres que cumplieron su sueño de trabajar por el bienestar de los animales

Cinco mujeres que cumplieron su sueño de trabajar por el bienestar de los animales
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Curan a nuestros animales, los ayudan a gestionar mejor sus emociones, cuidan su pelo y piel, estudian su comportamiento y los rescatan y protegen de aquellos que les hacen daño: las mujeres son el corazón del movimiento en defensa de los animales. En España, más del 80 por ciento de las voluntarias activistas y profesionales dedicadas a los derechos de los animales, son mujeres.

La historia del movimiento animalista ha estado llena de grandes mujeres como Frances Power Cobbe (1822-1904) o Caroline E. White (1833-1916) que fueron pioneras en la defensa de los animales. Junto a ellas, muchas otras mujeres se organizaron para luchar contra la experimentación en animales vivos en aquella época.

Pero el movimiento animalista no se quedó ahí. A comienzos del siglo XX, en Reino Unido nacieron las primeras asociaciones en defensa de los animales en las que la inmensa mayoría de integrantes eran mujeres. Por ejemplo, la primera asociación británica para la prevención de la crueldad contra los animales la componían en un 70 por ciento mujeres.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y el movimiento en defensa de los animales sigue liderado y sostenido por mujeres y, por ello, hoy hablamos con cinco de ellas que trabajan día a día por crear un mundo donde tratemos mejor a nuestros animales de compañía (y los que no son de compañía).

Laura González, veterinaria y divulgadora

Desde que tiene memoria, Laura siempre quiso ser veterinaria, una profesión que, según ella, es "muy vocacional a la vez que muy dura". "Me encanta estudiar medicina, concretamente la fisiología, el por qué suceden las cosas en nuestro cuerpo, cómo funcionamos", explica. "Si esto lo unes a que estos conocimientos los puedes aplicar a un ser vivo para ayudarle a superar una enfermedad o incluso a salvarles la vida, es algo que me llena por dentro y me hace feliz".

Laura se dedica a los cuidados médicos de perros y gatos e incluso tiene un canal de YouTube sobre divulgación veterinaria. Se licenció en 2014 pero eso no detuvo sus ansias de conocimiento, ya que estuvo un año más a estudiar diferentes especialidades. "Cuando terminé el rotatorio, comencé a trabajar en uno de los grandes hospitales de referencia en Madrid, en los departamentos de urgencias y hospitalización donde me he encargado sobre todo de los pacientes críticos", relata. "Actualmente estoy trabajando en el área de hospitalización en la facultad de veterinaria".

En el trato con los animales las mujeres solemos ser más ñoñas, hablándoles con voz dulce y haciéndoles mimos, mientras que los hombres suelen ser más prácticos

Otro aspecto que González no olvida es que no ha vivido ningún día de su vida sin al menos un animal en casa. "Hemos tenido siempre perro, conejos y un caballo", cuenta. "Para mi núcleo familiar, nuestros animales son parte de nuestra familia y no concibo otra forma de verlo".

"Con algunos creas vínculos muy especiales. Mi perra Kira sabe lo que estoy pensando y actúa acorde con ello antes siquiera de que yo diga una palabra o, en el caso de mi caballo Ali (que ya no está), era mi confesor, no sólo era un caballo, era mi amigo", recuerda.

En veterinaria, según González, hay más mujeres que hombres ejerciendo (al menos hasta donde ha visto). "No tengo claro el por qué, quizás nos sale de forma más natural el tratar con seres indefensos", opina. "Sí he notado que en el trato con los animales nosotras solemos ser más ñoñas, hablándoles con voz dulce y haciéndoles mimos, mientras que los hombres suelen ser más prácticos, pero es lo que he visto yo, claro, no significa que se pueda aplicar a todo el mundo".

Laura González, veterinaria y divulgadora

Ángela González, etóloga y veterinaria

No conozco a una etóloga con mejor currículum que Ángela González. Ángela es doctora especialista en Medicina del comportamiento por el European College of Animal Welfare y Behavior Medicine, máster en Etología Clínica y Bienestar Animal por la Universidad de Zaragoza y responsable del Servicio de Etología del Hospital Veterinario Universitario Rof Codina en Lugo.

Tras hacer la licenciatura en veterinaria, realizó un máster en medicina del comportamiento y bienestar animal, un doctora y una diplomatura europea sobre lo mismo. Ahora el trabajo de González consiste en diagnosticar y tratar los diferentes problemas de comportamiento que puedan surgir en perros, gatos y animales exóticos.

Ayudarles es un deber, una deuda social que tenemos con ellos, pues dependen absolutamente de nosotros y nos dan mucho

"También realizamos labores preventivas como clases de cachorros, hacemos asesorías de bienestar en albergues de animales y realizamos investigación científica en comportamiento y bienestar animal", explica. "Intento ayudar a los animales desde que comencé la carrera. Al principio en la protectora de la ciudad en la que vivo, con la cual continúo colaborando, y luego con mi trabajo y con la colaboración de diferentes asociaciones de animales".

Para Ángela ayudarles es un deber, "una deuda social que tenemos con ellos, pues depende absolutamente de nosotros y nos dan mucho", asegura. "Para mí los animales son familia y amigos, aquellos a los que intento ayudar y que me dan todos los días algo de felicidad y me hacen sonreír".

En cuanto a la cantidad de mujeres que estudian esta rama de la veterinaria, González cuenca que "ahora mismo cada vez hay más mujeres". "De hecho, la mayoría de las alumnas de veterinaria son mujeres y, en mi especialidad, también somos mayoría", concluye.

Angela González

Sonia Losada, educadora canina y profesora

Sonia Losada lleva desde 2010 ayudando a las familias con la convivencia con sus perros para mejorar la relación y reducir, así, los abandonos. "Me dedico a esto por vocación y pasión", asegura. "De pequeña me encantaban los animales, especialmente los perros y, aunque soy ingeniera agrícola y tenía un buen trabajo, decidí dejarlo todo para dedicarme a lo que realmente me hacía feliz: trabajar con perros".

Losada ha ayudado a cientos de familias a solucionar los problemas de convivencia con sus perretes no solo con sus consultas privadas, también gradas a sus cursos de formación y a su libro Manual para tener un perro perfecto, donde da las claves para conseguir, por un lado, entender mejor a los peludos y, por otro, a solucionar los problemas típicos como ladridos, roturas de objetos o la ansiedad por separación, entre otros.

Fue el trato con los perros de la protectora en la que colaboraba mientras estudiaba lo que me llevó a dedicarme a la educación canina

"Los animales son mi vida y mi pasión, son unos seres especiales a los que debemos comprender y ayudar", asegura la educadora canina. "Fue el trato con los perros de la protectora en la que colaboraba mientras estudiaba lo que me llevó a dedicarme a la educación canina".

En la actualidad, además, es formadora en activo del curso profesional de Educación canina y Adiestramiento de l'Escola d'Oficis de Catalunya, colaboradora del periódico 20 Minutos y divulgadora sobre comportamiento animal a través de su podcast Hablemos de perros.

"Cuando empecé, esta profesión era mayoritariamente de hombres, algo lógico si piensas que nació en el ejército, pero ahora está más igualado", asegura la educadora canina.

Sonia Losada

Yolanda García, presidenta de la protectora Soy Positivo Gatos

Una parte fundamental en cuanto a protección animal son las asociaciones y centro de protección animal que existen por todo el territorio español. Yolanda García es presidenta de la asociación Soy Positivo Gatos, que aunque ayuda a distintos animales, se centra en mininos positivos en Inmunodeficiencia y/o leucemia felina.

"Desde siempre he sido muy sensible al sufrimiento animal (ya sea animal humano o no humano)", explica. "Hará como unos quince años que comencé a ayudar en un santuario animal y, desde entonces, lucho por ellos de forma más activa".

Para García los animales son "una parte esencial" en su vida, la cual no concibe sin ellos. "Aprendo mucho de ellos, sobre todo de su forma de afrontar la vida y sus ganas de disfrutar de ella", explica. "Siempre lucharé por sus derechos como seres sintientes".

Si ya es difícil encontrar un hogar a un animal completamente sano, imagina cómo es buscarle una familia a uno con cuidados un poco más especiales

Yolanda creó en 2015 una web para publicar información sobre los gatos, la inmunodeficiencia y la leucemia felina con el objetivo de hacer entender a la gente que se trata de enfermedades con las que los gatos pueden vivir. "Si ya es difícil encontrar un hogar a un animal completamente sano, imagina cómo es buscarle una familia a uno con cuidados un poco más especiales", comentaba en una entrevista a 20 Minutos.

Unos años después aquel proyecto se convirtió en la que hoy en día es la protectora Soy Positivo Gatos que, gracias a las casas de acogida puede cuidar y buscar un hogar a todos los gatitos positivos que pueden.

En cuanto a la protección animal, García considera que hay más mujeres que hombres colaborando en las asociaciones y las protectoras. "Supongo que somos más sensibles al sufrimiento ajeno", opina. "Pero es cierto que los hombre que hay y que conozco son seres increíbles que se dejan la piel por los animales".

Yolanda García

Raquel De Lanuza, peluquera canina

Aunque no se le da la importancia que debería, la peluquería canina es una parte fundamental de la salud de los perretes, especialmente de aquellos que tienen pelos más larguitos cuyo mantenimiento puede ser más complicado. Raquel De Lanuza sabe bien esto, ya que lleva dedicándose a esta profesión desde hace diez años.

"Me encantan los animales y, más en concreto los perros. Desde bien pequeña he acudido a un montón de exposiciones y concursos caninos y he sido una enamorada del mundo del perro", cuenta. "Con 25 años decidí que quería dedicarme a ellos profesionalmente y, después de valorar todas las opciones, me decanté por la peluquería canina, estudiando un curso y montando mi propio centro, Deja Huella".

Una de las razones por las que De Lanuza optó por la peluquería canina es porque considera que "el bienestar canino en su conjunto es muy importante" y el peluquero canino "además de tratar el manto, tratamos a la vez la piel, manteniéndola en óptimas condiciones". "Muchas veces vemos cosas que ni el propietario, ni el veterinario ven, como bultos, verrugas o pequeñas heridas", afirma.

"A día de hoy podríamos decir que los animales son mi hobby, mi pasión y mi profesión", asegura De Lanuza. "Desde bien pequeña, cuando ya me encantaban los animales y veía en la tele todos los documentales sobre ellos, ya sabía que mi lugar está 'entre bichos'".

Sobre la igualdad en el sector de la peluquería canina la experta cree que hay más mujeres. "No obstante, hay bastantes hombres que son peluqueros caninos y que desarrollan esta profesión perfectamente, pero sí es cierto que en eventos caninos somos bastantes más mujeres, no sé por qué", concluye.

Raquel De Lanuza
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