Un gato esfinge enfermo abandonado recibió 92 solicitudes de adopción en un día. Los que no son de raza no tienen tanta suerte

Un gato esfinge enfermo abandonado recibió 92 solicitudes de adopción en un día. Los que no son de raza no tienen tanta suerte
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El pasado mes de febrero la protectora de animales de Cambados recibió por primera vez en 23 años un gato de la raza sphynx, conocido también como gato esfinge. Estos mininos sin pelo cuestan en el mercado entre 500 y 1.200 euros, motivo por el cual es difícil encontrárselos abandonados, tal y como informó La voz de Galicia.

No obstante, ahí estaba Osiris (así lo llamó la chica que lo acogió en su casa antes de llevarlo a la protectora), que incluso siendo positivo en calcivirus felino, en tan solo unas horas desde su publicación como minino en busca de un nuevo hogar en las redes sociales de la protectora, acumuló casi cien solicitudes de adopción.

Se abandonan miles de gatos y perros en España cada año y tan solo el 28,8 por ciento de estos perros y el 5,3 por ciento de estos gatos son de raza. Estos porcentajes son mínimos si tenemos en cuenta que, en los hogares españoles, el 67,6 por ciento de los perros son alguna raza, según un estudio realizado por Veterinary Management Studies (VMS), empresa española especializada en estudios económicos cuantitativos sobre las clínicas veterinaria.

Es por este motivo que, encontrar un perro de raza en un refugio o protectora de animales es difícil (especialmente si buscamos una raza concreta), pero no imposible y, también es habitual lo que ha ocurrido con Osiris: que todo el mundo lo quiera.

No obstante, existen otros animales que no tienen la suerte de Osiris, perros y gatos que pasan meses e incluso años bajo los cuidados de asociaciones de animales, ya sea porque tienen un problema de conducta causado por el abandono o la anterior situación familiar o una enfermedad o defecto físico (como que le falte un ojo) que haga que se vuelvan invisibles para los adoptantes. Entre ellos también se encuentran algunos de raza.

Adoptar no es gratis, pero es más barato

Existen protectoras de animales especializadas en razas concretas ya que, el abandono no entiende de razas y, muchas de ellas se han topado con la misma situación con la que se han encontrado los voluntarios que gestionan la protectora de animales de Cambados.

"La gente acude a nosotros preguntando muchas veces por cachorros de perros nórdicos puros", explican desde la asociación Nórdicos en adopción, dedicada al rescate de razas como los huskies, malamutes o akitas, entre otros. "Los cruces nos cuesta mucho más darlos en adopción, a veces parece que la gente quiere adoptar un perro porque le sale más barato aquí que comprarlo de criador".

Gato siamés

Esta situación se acentúa todavía más si hablamos de gatos de raza, ya que es realmente raro encontrar uno de estos mininos abandonados, cuando su precio en el mercado cuesta tanto dinero como el sphynx. "El 80 por ciento de los gatos de raza se abandonan por enfermedad y suele ocurrir cuando alcanzan la media de los 8 a 10 años de edad", afirma Sonia Izquierdo, presidenta de la asociación Doganzo, que gestiona 34 colonias felinas con más de 500 gatos en ellas.

"Lo que no contempla la gente es que, sí, la adopción es más barata que la compra pero, igual el tratamiento de la enfermedad o la atención que requiere el animal es mucho mayor que si adquirimos un gato sano de un criador", comenta, haciendo referencia al caso de Osiris. "Me sorprende que hubiera tantas solicitudes siendo un caso de calcivirus, que es una enfermedad muy seria y grave".

Izquierdo considera que la sociedad en la que vivimos se basa en aparentar: "Que Osiris y, en general, los gatos de raza atraigan tantas miradas a pesar de su estado de salud, sin que nos paremos a pensar en qué cuidados requerirá, es preocupante. Parece que solo importa presumir de gato de raza".

Por estos motivos, el proceso de selección de un adoptante debe ser también más estricto, desde el punto de vista de la presidenta de la asociación felina. "Si ya de por sí los cuestionarios y procesos son exhaustivos, cuando se trata de un animal de raza debe serlo más, para asegurar el bienestar del animal", comenta. "Y por supuesto, haciendo contrato de adopción y seguimiento".

"Esto es especialmente importante porque los gatos de raza necesitan cuidados muy especiales, un ejemplo claro es el sphynx, que al no tener pelo no puede exponerse al frío, en otros", concluye Izquierdo.

"A los humanos nos gusta tener cosas bonitas"

Por su parte Toñi Pulido, voluntaria desde hace casi 20 años en Madrid Felina, dedicada a ayudar a los gatos madrileños sin hogar y, además, auxiliar técnica veterinaria, corrobora lo que nos cuenta Izquierdo sobre la presencia de gatos de raza en las protectoras. "Pasan por nosotros y debemos tener especial cuidado con muchos de ellos porque llegan en unas condiciones muy malas", lamenta.

Gato bengalí

"Se trata de animales que son objeto con el que se hace dinero rápidamente porque, aunque cada vez menos, todavía hay gente que considera a los animales cosas bonitas que tener por casa", cuenta. "A los humanos nos gusta y, esta visión es la que deriva en los criaderos ilegales y las irresponsabilidades (como no poner microchip o vacunar)".

Pulido relata que en Madrid Felina las adopciones de gatos de raza se hacen a puerta cerrada porque si se difunden en redes sociales "atrae a mucha gente que no quiere adoptar, si no adquirir algo bonito".

"Los animales bonitos tienen más facilidad en salid adoptados, como los cachorros", explica. "En el caso concreto de los gatos de raza, a veces vienen enfermos o con problemas de conducta, algo difícil de manejar en el hogar y que los interesados no tienen en cuenta. Es por eso que preferimos darlos a familias a los que les de igual tener uno de raza que cualquier otro", concluye.

Foto de portada | Pixabay

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