Si tu perro empieza a morderte y crees que no has hecho nada, repasa esta lista de cosas

Si tu perro empieza a morderte y crees que no has hecho nada, repasa esta lista de cosas
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Como educadores caninos, es habitual encontrarnos, cada vez más, con situaciones en las que las familias han experimentado comportamientos "agresivos" inesperados por parte de sus perros.

En muchos casos, una vez analizada la situación, observamos que la causa de estos comportamientos es una invasión del espacio del perro, una falta de libertad para tomar (algunas) decisiones, ausencia de escucha por parte de sus guías (el perro está "hablando", pero no le prestamos atención) e incluso la interacción obligada con otros perros, personas o situaciones.

A veces, hay que hacer lo que no nos gusta

Por descontado, los perros son nuestra responsabilidad, y es lógico que, a veces, tengamos que obligarles a realizar algunas acciones: desde aceptar que tienen que dejarse cortar las uñas o tomar un medicamento hasta salir a pasear unos minutos al día, aunque nuestro peludo sea muy, muy vago.

Sin embargo, la mayoría de estas situaciones —por no decir todas— pueden gestionarse de forma cooperativa con los perros, en más o menos tiempo, si bien muchas familias se han acostumbrado a la idea de "obligar al perro", porque funciona. Le obligo a ponerse el arnés, a bañarse, a saludar a mis amigos, a aceptar visitas que le dan miedo en casa...

Para acabar de preparar este peligroso cóctel, antes de la aparición de estas conductas desadaptadas (como la agresión, por ejemplo), los perros muestran señales de calma y advertencia (gestos y conductas) para hacernos saber que se sienten amenazados, incómodos o que necesitan espacio y distancia. Por desgracia, las señales de calma —como lamerse los labios, bostezar o apartar la mirada— no suelen ser escuchadas ni entendidas por las familias todavía y, a menudo, tampoco las de advertencia, como levantar los belfos, gruñir, erizarse o algunos tipos de ladridos.

Afecta a perros pequeños, medianos y grandes

Esta falta de comunicación provoca que muchos perros, sobre todo, perros de tamaño medio y grande, empiecen a buscar nuevas conductas que les permitan salir de la situación, como marcar o atacar incluso. En perros pequeños y mini, lamentablemente, a menudo se sigue ignorando por error, asumiendo que un chihuahua o un yorkshire no pueden hacernos daño real, pero afectando igual al estado emocional del animal.

Por el contrario, con perros medianos y grandes, podemos encontrarnos con animales que han integrado el marcaje o la agresión como la única respuesta que les ha funcionado y, poco a poco, han ido "tachando" de su repertorio otros avisos que pocas veces han surtido efecto, como girar la cabeza, lamerse o levantar los belfos.

Lista de cosas - Tu perro empieza a morderte

Si tienes un problema de este estilo con tu perro, te recomiendo que contactes con un profesional canino y, sobre todo, que atiendas a esas señales muy evidentes, retirándote de forma tranquila y segura, para no aumentar la tensión y buscando asesoría para resolver el problema.

  1. ¿Tu perro se sacude mucho o se rasca de forma exagerada en algunas situaciones cotidianas? Puede ser que esté estresado o ansioso.
  2. ¿Limitas el espacio de tu perro o le tienes que "obligar" para ponerle arnés, collar o correa? Si le cuesta dejarse tocar, es posible que haya negativizado estas interacciones.
  3. ¿Os gruñe o enseña los dientes a menudo? El gruñido es una petición de espacio físico, no tiene nada de malo en un momento concreto, pero debemos revisar la rutina si es un comportamiento constante.
  4. ¿Ladra o muestra señales de mucha excitación cuando ve a otros perros o personas? ¿Y cuándo llega gente a casa? La falta de espacio o la imposibilidad de abandonar una situación, pueden incrementar esa inseguridad.
  5. ¿Intenta escapar de las situaciones o se muestra agresivo cerca de su comida, juguetes o cuando intentamos acariciarlo? La protección de recursos y la búsqueda de conductas que le permitan salir de la situación también son indicativas.
  6. ¿Se encoge en las esquinas o rincones; esconde la cola entre las piernas? ¿Parece estar tenso y rígido? La evitación o la atención constante demuestran que el animal no está tranquilo.
  7. ¿Reacciona de forma "extraña" frente a situaciones rutinarias? Como salir a la calle, bañarse, ser acariciado... Si es así, puede que sus niveles de estrés estén disparados, debido al miedo o la frustración.

Por qué tu perro muerde sin avisar

Por´ ultimo, imagínate una escalera de diez escalones. Si a un perro no le funcionan los cinco primeros, progresivamente, saltará del 0 al 6. Esto es lo que suele ocurrir para perros que nos muerden sin dar señales de aviso.

El error es creer que nunca han dado señales. En el 99,99 % de los casos las dieron, pero se ignoraron (es decir, castigaron) y dejaron de ser útiles. Si tu perro empieza a morderte, es importante buscar la forma de establecer una comunicación respetuosa y segura, escuchar sus necesidades y buscar una nueva forma de establecer límites que funcionen para todos.

Perro enseñando los dientes - Señal de advertencia

De este modo, no debemos obligar al perro a interactuar con otros perros o personas, y es importante empezar a prestar atención a las señales de comunicación del animal, que nos dirán si está cómodo o incómodo.

En todos los casos, recomiendo utilizar educación canina amable y responsable, evitando castigos innecesarios (y, por encima de todo, castigos físicos, que dificultarán la recuperación y seguirán afectando la confianza). Si tu perro está mordiendo, lo mejor será comunicarte con un educador canino y un etólogo clínico que puedan valorar conjuntamente el caso, asesorarte sobre lenguaje canino y, probablemente, establecer un trabajo que permita al perro reducir sus niveles de estrés, enfrentar nuevas situaciones y recuperar el uso de las señales de calma y advertencia tan necesarias para la convivencia.

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