Los gatos no son independientes, es que los perros son muy dependientes

Los gatos no son independientes, es que los perros son muy dependientes
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A gatos y a perros se les ha comparado toda la vida. Hasta hace poco, además, los felinos arrastraban una fama del todo inmerecida: ariscos, individualistas, menos inteligentes o resolutivos que los perros incluso... La realidad es que felinos y cánidos han sido las especies que nos han acompañado durante miles de años, pero su evolución, tan distinta, explica también sus diferencias.

¿Tiene sentido dividir a la gente entre personas de perros y personas de gatos? ¿Varían las necesidades entre integrar a un tipo de animal u otro en la familia?  ¿Nos quieren los perros y los gatos?

Cinco... tipos de apego tiene tu gato

Como explicaba el famoso documental de Netflix En la mente de un gato, los estudios de cognición en gatos llevan varias décadas de retraso frente a los canes.

No ha sido hasta hace muy poco que han empezado a aparecer estudios sobre apego emocional y creación de vínculos seguros con los cuidadores, como el de la Universidad de Lincoln, Pensilvania, que concluye:

También aseguran cinco tipos de relación: relación abierta, asociación remota, relación casual, codependencia y amistad, que irían desde la independencia parcial a mostrarse sociables con la familia e incluso con las visitas. Todo ello, lo reiteran otros análisis, como el del equipo de veterinarios y especialistas en conducta de la Universidad de Oregon (Attachment bonds between domestic cats and humans), el cual concluye:

Los datos actuales respaldan la hipótesis de que los gatos muestran una capacidad similar para la formación de vínculos seguros e inseguros hacia los cuidadores humanos demostrada previamente en niños (65% seguro, 35% inseguro) y perros (58% seguros, 42% inseguros) con la mayoría de las personas en estas poblaciones unidas de forma segura a su cuidador.

Sí es cierto, no obstante, que los gatos muestran una capacidad innata a adaptarse mejor a entornos y a no depender tanto de sus cuidadores, como demuestran los escasos casos de ansiedad por separación en felinos domésticos. Además, como especie, toleran mejor periodos de tiempo más largos sin presencia humana, gestionan la comida y, probablemente, como contra, están más apegados al entorno, lo que puede dificultar la adaptación frente a un cambio de casa.

El perro, ¿nuestro mejor amigo?

Por el contrario, no es casual que los perros sonriesen de oreja a oreja durante la pandemia de la Covid-19. Esos periodos de compañía 24 horas, 7 días por semana era lo más cercano a la naturaleza del perro.

Gato Perro Dependiente Independiente 2

Los perros nos acompañan como grupo desde hace miles de años, apegados a nosotros, reforzando conductas como el ladrido de aviso (que tanto nos molesta hoy día, pero que tan útil fue para nuestros ancestros para evitar morir devorados o ser atacados por sus enemigos) y comiendo, durmiendo y moviéndose en la periferia del grupo y, después, junto a nosotros.

La selección genética también ha favorecido esto: perros más apegados a sus cuidadores son más fáciles de adiestrar, controlar y corregir. Sin embargo, esto tiene letra pequeña, que se traduce en una menor tolerancia a separarse de sus figuras de referencia, así como una disminución de las capacidades resolutivas (frente a lobos y a sus ancestros), por razones obvias. Si me solucionan esto, ¿para qué voy a esforzarme y frustrarme?

Los perros han mejorado las labores de cooperación con nosotros, a medida que perdían capacidad con otros miembros de su propia especie. Si tienes interés, simplificándolo mucho, podríamos afirmar que el proceso es similar a la pérdida del miedo entre especies salvajes y domésticas.

A todo lo anterior, se suman los aspectos del día a día... Mientras el gato se habitúa a hacer caca y pis en cajas de arena y a vivir en interiores, el perro necesita una rutina de paseos, socialización y realizar conductas higiénicas en el exterior. Esto último, unido a la dependencia frente a los cuidadores, implica que mientras un perro preferiría que no te fueses nunca, un gato... bueno, dejémoslo en que no se va a entristecer.

Gato Independiente 3

Como contrapartida, el perro —siempre que no tenga un problema de conducta— se adaptará mucho mejor a todo tipo de entornos, puesto que su principal referencia será su guía o tutor, y no tanto el contexto en el que nos encontremos.

Las responsabilidades cambian

En cualquier caso, esto no quiere decir que un gato disfrute de varios días de total soledad o aislamiento, aunque pueda gestionar esa situación mejor que los perros. La vinculación afectiva y la necesidad de contar con un ambiente enriquecido también es necesaria en los felinos, pero la dependencia de unos horarios y una rutina pseudorígida de un perro (que tendrá que salir al exterior cada equis horas, que puede tolerar mejor o peor las ausencias, que ha sido seleccionado para ser más dependiente) suele ser más demandante.

A partir de aquí, cada animal es un mundo, pero que este artículo sirva para que la gente de perros se traduzca en familias que incluyan a los animales en sus planes (o busquen una alternativa beneficiosa para todas) y la gente de gatos en personas y familias más caseras o que prefieran no asumir el mismo tipo de responsabilidades que lleva un can. Y esto es importante, porque cambiando un poco la famosa frase que le decía el tío Ben a Spiderman: un gran animal (o sea, todos) conlleva una gran responsabilidad. Lo que pasa es que las responsabilidades cambian entre perros y gatos.

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