Han sido 31 años los que ha tardado otra raza en destronar al labrador retriever como el perro más deseado en EEUU. El honor lo tiene el "frenchie", como también se conoce al bulldog francés.
Según el American Kennel Club (AKC), la raza favorita de los norteamericanos es este perro braquicéfalo, de pequeño tamaño, sociable, terco y de ojos cansados.
Los portavoces del French Bull Dog Club of America destacan que son "divertidos, amigables y amorosos", pero ¿es una raza sana y feliz?
El (nuevo) perro de los famosos
Gracias a los bulldog franceses de Leonardo DiCaprio, Lady Gaga y la congresista demócrata Alexandria Ocaso-Cortez, la raza se ha hecho "viral". Por descontado, los artistas y la política son ejemplos de un bum que tiene su lado oscuro, como suele ocurrir con Hollywood y la cultura de masas.
En el lado más negro, tenemos los robos de perros, como el asaltante que disparó y robó al paseador de Lady Gaga para robar sus bulldog franceses (condenado a 21 años de cárcel, por cierto) o el criador asesinado este mismo año en Carolina del Sur.
Por el contrario, los bulldog franceses son activos y sociables, pero necesitan poco ejercicio, se adaptan bien a las ciudades y, pese a cierta tendencia hacia la protección de recursos (puede ser complejo integrar un segundo frenchie en casa, ¡asesórate bien!) y son perros fáciles de educar.
Los frenchies tienen problemas de salud
Quizá te estás preguntando cuál es el problema. Pues... son varios. Para empezar, como suele ocurrir, la fama ha supuesto una cría descontrolada y un creciente mercado negro, más preocupado en ajustar la oferta a la demanda (y a priorizar colores y criterios estéticos) que en criar camadas saludables. Se suma que el bulldog francés, como animal braquicéfalo, tiene propensión a problemas cardiorrespiratorios, así como de columna y de piel.
¿Es el bulldog francés un perro tan enfermo como el inglés, cuya esperanza de vida es de poco más de 8 años? No, pero sí que presenta patologías de salud que pueden suponer desembolsar una buena suma de dinero, como la cirugía de paladar y nariz.
Si compramos un perro a un criador sin escrúpulos, el riesgo se incrementa.
Holanda no es país para bulldogs
Es un problema que, en Europa, nos hemos empezado a tomar en serio: los veterinarios británicos han desaconsejado comprar perros con el hocico chato, mientras que, en Holanda, está prohibida su cría y se debate sobre su tenencia incluso.
No es la primera vez que los frenchies se ponen de moda. En EEUU, ocurrió a principios del siglo XX entre las élites del país, pero su minuto de gloria no duró. Esta vez, han llegado al puesto más alto de la AKC, por delante de pastores alemanes, golden retrievers, caniches y labradores. Las redes sociales, como siempre, han potenciado el fenómeno, pero, como ya ha ocurrido con el malinois o el border collie, la fama para los perros suele ser una condena más que una buena noticia.
Esperemos que no sea así.