Las cuatro órdenes que todo perro tiene que saber para que nos acompañe a cualquier lugar

Las cuatro órdenes que todo perro tiene que saber para que nos acompañe a cualquier lugar
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Cuando nos imaginamos conviviendo con un perro, es muy típico que idealicemos nuestra relación, en la cual nuestro peludo es el más obediente y bueno del mundo, acudiendo a nuestra llamada, sentándose cuando se lo pedimos, deteniéndose en los cruces... En resumen, convivimos con el perro perfecto.

No obstante, los perros no son perfectos, de la misma manera que las personas tampoco lo somos y, por lo tanto, pueden hacer travesuras como morder nuestras zapatillas, dar tirones durante los paseos o, simplemente, no acudir a nuestra llamada cuando gritamos su nombre en el parque (ese lugar lleno de olores y estímulos que tanto les gusta).

Esto no quiere decir que con cariño, paciencia y las pautas adecuadas, nuestro perro no pueda convertirse en un compañero obediente. De hecho, conocer las órdenes básicas le otorgará cierta seguridad en situaciones concretas y le permitirá acompañarnos allá donde queramos ir. ¿Conoces cuáles son estas órdenes?

La llamada

De todas las órdenes y trucos que podemos enseñarle a nuestro perro, probablemente la más importante de todas sea la llamada. Que nuestro peludo vuelva a nuestro lado tras escuchar su nombre o un comando como "ven" o "ven aquí", es lo fundamental y básico de su educación.

¿Por qué debemos enseñarle esta orden? Porque puede evitar conflictos con otros perros, problemas con personas que se encuentren alrededor y porque, si nuestro perro regresa a nosotros siempre que le llamamos, podemos ofrecerle la libertad de, una vez llegamos al parque, pasear sin la correa, con la seguridad de que siempre regresará a nosotros.

La llamada puede evitar que nuestro peludo se acerque a desconocidos, que no se pelee con otros perros o que se aleje de cualquier peligro, por lo tanto, si queremos proteger a nuestros canes, esto es lo primero que debemos enseñarle.

Una chica junto a su perro

¿Cómo aprenden los perros a atender a la llamada? Como refuerzos positivos, es decir, deliciosos premios. Lo ideal es que escojamos un comando vocal como "ven" o "Tobby (su nombre), ven", o alguno similar y, lo practiquemos en casa primero.

Cada vez que nuestro compañero de cuatro patas acuda a nuestra llamada, le daremos un premio, algo que realmente le guste. Así hasta que podamos hacerlo sin premio. Una vez tengamos la llamada dominada en casa, podemos empezar a practicarlo en el parque, donde podemos ayudarnos de las correas largas (desde tres a diez metros según el tamaño del perro), para seguir practicando, con la seguridad de que, aunque nuestro peludo esté lejos, sigue atado a una correa.

Quieto

Otra de las órdenes imprescindibles que debe conocer nuestro perro para convivir de forma segura en nuestros entornos (especialmente cuando vivimos en ciudad) es la orden de quieto, ya que, literalmente, podría salvarle la vida.

¿Por qué debemos enseñarle esta orden? Porque muchos de nuestros espacios están llenos de peligros para ellos, como, por ejemplo, las carreteras en las ciudades. Que nuestro perro se detenga en seco, ante cualquier estímulo, simplemente con nuestro comando "quieto" o "para", puede salvarle de atropellos de coches o bicicletas.

Además, al igual que la llamada, también puede evitar que se acerque a personas y perros desconocidos, cuya reacción desconocemos y, puede ser también útil si queremos pararnos en nuestro paseo a descansar en un banco o si pretendemos que nos acompañe a otros lugares como cafeterías o restaurantes.

Un perro sentado junto a su tutor que descansa en un banco

¿Cómo enseñamos a nuestro perro a que se quede quieto? Para que un perro obedezca a la orden de "quieto", de nuevo, utilizaremos premios comestibles (además de caricias y mucho amor) para reforzar su comportamiento cada vez que lo haga bien.

Durante los paseos, seremos quienes les digamos "para" o "quieto" cada vez que, por ejemplo, vayamos a cruzar por un paso de peatones (aunque no venga ningún coche) y acto seguido nos pararemos, siempre a una distancia segura del cruce. Cada vez que el animal se detenga con nosotros, le daremos un premio.

Relax

Uno de los comandos clásicos que le enseñamos a nuestros peludos es el "sentado" y el "tumbado" (muy parecidos entre sí) y que, erróneamente, utilizamos como intento de que nuestro perro nos acompañe a cafeterías o terrazas y que se queden sentados o tumbados durante un rato. Esto es un error, ya que estos comandos son permanencias, lo que debemos hacer es enseñarle el "relax".

¿Por qué debemos enseñarles esta orden? Porque si les enseñamos a permanecer a nuestro lado, tranquilos, sin hacer nada, van a poder acompañarnos en lugares como el metro u otros transportes públicos, en cafeterías o en terrazas.

Un perro realizando un "sentado"

¿Cómo enseñarles a realizar un relax? Javier Ruiz, educador y experto en comportamiento canino, explica que el "sentado" y el "tumbado" los perros lo mantienen un minuto, pero no una hora, por eso crea el "relax": decirle al perro que es momento de no hacer nada.

"Mientras el 'tumbado' y el 'sentado' tienen expectativas de liberación, el relax se alarga en el tiempo, hasta que el tutor decida y le indique al perro lo contrario", expresa. "Es por eso que es importante que intentemos enseñarles las típicas órdenes de 'sentado' y 'tumbado' y alargarlas en el tiempo".

Suelta

Otro de los comandos que resultan muy útiles a la hora de mejorar la convivencia con nuestros perros es el "suelta", para aquellas situaciones en las que nuestro peludo se lleva a la boca algo que no debe (ya sea comida del suelo o algún juguete u objeto).

¿Por qué debemos enseñarles esta orden? Porque es fácil que se den las situaciones que acabamos de mencionar, como que nuestro perro se tope con comida en el suelo (especialmente en las ciudades) como restos de comida rápida, patatas fritas o incluso nuggets, o que se lleve algún objeto peligroso a la boca, por mera curiosidad, como una pelota pequeña, una rama que pueda partirse o algún juguete inapropiado.

Además, incluso en casa podemos encontrarnos con este tipo de situaciones, si se comen algo nuestro o parte de nuestra comida, que, en ocasiones, puede ser muy peligrosa y tóxica para ellos (como es el caso del chocolate). De ahí que sea fundamental que si le decimos "suelta" a nuestro peludo, este expulse de la boca lo que sea.

Perro mirando un croissant

¿Cómo podemos enseñarle a nuestro perro a soltar cosas de la boca? Lo más sencillo es que enseñemos este comando a nuestro perro cuando jugamos con la pelota. Cada vez que le lancemos la pelota y vuelva a nosotros con ella en la boca, debemos utilizar el comando "suelta", por ejemplo, para que éste deje la pelota en el suelo.

Lo haremos mostrándole, como siempre, un premio, que puede ser comestible (lo que mejor funciona) o incluso otra pelota, de manera que, para coger el nuevo objeto, tenga que soltar la pelota que tiene en la boca. Cada vez que suelte la pelota, le daremos su premio.

Estos son solo algunos de los comandos básicos que facilitan la convivencia entre perros y humanos, pero no son los únicos, el caminar a nuestro lado sin dar tirones, los saltos, el buscar algo que escondamos... Todo son órdenes que nuestro perro puede aprender y que pueden enriquecer su vida y la nuestra, por lo que, no dejemos nunca de enseñar nuevos trucos y órdenes a nuestros peludos.

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