Cuando un electricista norteamericano, inventó las primeras "galletas" para perros fijándose en las obleas de trigo que comían los marineros en las largas travesías marítimas del siglo XIX, la mayoría de las familias con can debieron arrugar el morro.
Probablemente, ocurrió lo mismo con las primeras latas con comida húmeda, el proceso de extrusionado (para convencer a la gente sobre las ventajas de la alimentación seca), los piensos veterinarios, las sobras, las dietas caseras, los grain-free o la dieta BARF.
Un cambio de tendencia
Se trata de la vieja historia de los grandes negocios: identificar las oportunidades y tener la posibilidad y la infraestructura para aprovecharlas. En Wetaca, por ejemplo, lo sabían bien: la startup se valió de la pandemia de la Covid-19 para impulsar un crecimiento enorme. ¿Cómo? Ofreciendo platos preparados a domicilio, (de media) a menos de 6 euros.
Estos últimos años, algo similar ha ocurrido con marcas de alimentación para animales. En este caso, ha sido la dieta BARF y las dificultades de ofrecer alimentación casera, balanceada y equilibrada. Así, las alternativas al pienso, las (mal) llamadas "dietas naturales", se han ido convirtiendo en la gallina de los huevos de oro.
Es el caso de Dogfy Diet. Sus responsables explicaban a El Español que detectaron dos nuevas tendencias: la apuesta de muchas familias por una mayor conciencia alimentaria, por un lado, y el perro como uno más de la casa.
Así, la personalización de las dietas ha sido el paso lógico de esta dinámica, de la mano de un mayor tiempo y esfuerzo familiar en la preparación de la comida para perros y para gatos, tanto a nivel de cantidades como de composición. Esta conciencia ha permitido que, poco a poco, muchos propietarios miren más allá del pienso y de las ofertas típicas del mercado, algo que ha ayudado el precio de estas "Wetaca para animales".
Men´us desde 60 euros que llegan fácil a los 100
Un rápido vistazo a las principales empresas que han ido surgiendo nos confirma la tendencia que han marcado Puromenú, NatukaBarf o Dogfy Diet: por 60 euros al mes (o un poco más, según la marca), podemos alimentar a un perro de 20 kg; a partir de aquí, dependerá de la edad, actividad y tamaño del animal.
En Natuka BARF, por ejemplo, podemos calcular el consumo de nuestro perro según raza, tamaño, nivel de actividad y un pequeño cuestionario. Lo hago para mi perro (un cruce de podenco de 20 kg), que ya consume una dieta similar, y la plataforma me informa de que necesitará 500 gramos/día. (Estará por encima de la media, debido a su nivel de ejercicio y actividad.)
Otro cálculo rápido, y da 15 kg/mes. En Natuka, el coste de una dieta BARF rondará los 100 euros, pero se reduce en 10 euros con la promoción de bienvenida (90 €, en total).
En el caso de Dogfy Diet, no hay datos sin registrarse: o sea, no contamos con la posibilidad de realizar un cálculo rápido. La marca cuenta con 4 menús (pollo, pavo, salmón y buey) que se empaquetan y envían en bolsitas de tamaño personalizado envasados al vacío y con orientación profesional.
Por lo tanto, hablo con algunos de mis clientes. Sara me explica que Shera, su cruce de mastín, come uno de los menús de Dogfy Diet y el cálculo inicial salió por 120-130 euros. Sin embargo, la marca realiza asesorías profesionales y ofrece vales-descuento, por lo que ahora, está pagando 100 euros/mes por el menú.
Vale la pena para perros pequeños y medianos
Además, las grandes empresas de comida casera preparada ofrecen asesoría nutricional e individualización de cada cliente, algo que no han conseguido las marcas de pienso, pese a ir ampliando paulatinamente la gama de productos.
Por descontado, en comparación, la alimentación con pienso (incluso pienso de gama media-alta) se mantiene como una alternativa más económica, pero esta diferencia es menor para perros de tamaño pequeño y mediano, lo que ha facilitado un rápido crecimiento y la posibilidad de ofrecer valor diferencial de la mano de nutricionistas expertos.
En el caso de perros de tamaño grande y gigante, optar por una alimentación casera de pago pueda suponer más de 100 y hasta 150 euros por mes. Por ahora, estas empresas no tienen menús adaptados en cantidad, conscientes de las dificultades de llegar a todo el mercado y del coste. Una pena, la verdad, aunque comprensible.
Adaptar menús y personalizar la oferta
Más allá de las historias de crecimiento y superación de los emprendedores, que aquí no nos interesan tanto, la posibilidad de adaptar menús, personalizar la oferta y cubrir las necesidades concretas de nuestros animales demuestra un verdadero cambio de tendencia.
Así, para beneficio de las familias con animales, se abre una larga discusión entre las ventajas del pienso seco frente a la comida preparada, una mayor conciencia de la necesidad por aprender sobre nutrición veterinaria por parte de los profesionales, a menudo asesorados por grandes marcas con un lógico interés económico, y la creación y consolidación de nuevas plataformas y profesiones, como la nutrición veterinaria o las marcas de comida preparada (y personalizada), como Dogfy Diet, Natuka Barf, Altudog y muchas más.
De este modo, pese a las tendencias, hay que tener presente que:
- Cuentan con distintos menús, según las características del animal: su peso, raza, edad, actividad o posibles enfermedades
- La asesoría veterinaria y nutricional permite una alimentación completa con menús apoyados por las recomendaciones de FEDIAF para una alimentación completa y balanceada
- Son más sabrosas que el pienso seco (mayor palatabilidad) y, al ser húmeda, no exige a los perros o a los gatos rehidratarse bebiendo tanta agua
¿Es la mejor opción? Depende de demasiados aspectos para dar una breve respuesta (desde su coste al animal, sus patologías o necesidades nutricionales concretas), pero sí que marca un nuevo camino que ya siguen mucha familias: cuidar a nuestro perro (o gato) como uno más, preocuparnos por personalizar sus menús y, en el camino, favorecer la creación de nuevos negocios para el mundo animal.
Si tenemos que mojarnos, es una buena opción para perros de raza pequeña y mediana, así como para gatos (aunque cuentan con mucha menos oferta: algunas marcas se centran en los perros), pero se complica cuando contamos con varios animales en casa o perros de gran tamaño, para los que el pienso, sigue siendo aquella más fácil de balancear (y más económica).
En resumen, vistos los porcentajes (Dogfy Diet, por ejemplo cuenta con 30.000 clientes en tres años) que ocupan en el mercado, nada indica que las grandes marcas vayan a perder gran parte de su volumen en el corto plazo, pero sí deberían preocuparse por adaptarse. Y, probablemente, mientras yo escribo y tú lees estas líneas, ya lo estén haciendo. Visto lo visto, es su mejor opción. Los tiempos están cambiando.